Actualizado 15/08/2018 14:17

Antonio Pérez Henares.- ¡¡¡Peeeeeedro... colocanos a todos!!!

MADRID, 14 Ago. (OTR/PRESS) -

Ha venido a ser esto. Quítate tú para ponerme yo. Y colocar a la familia, a la de casa, a la mujer, primero, y al hermano, ya vamos viendo los primos luego, que la sangre es más espesa que el agua, y a la Gran Familia Socialista, los de la Casa Común, los "nuestros", vamos.

¿Sera por cargos?. Hay para todos. Con una pasta gansa, que no falte aquí de nada. Y si no hay poltrona se inventan. ¡Se acabó la crisis!. Siempre puede "crearse" un nuevo ministerio y multiplicar por los que sea los asesores. Que para asesorar vale cualquiera. Bueno cualquiera vale para cualquier cosa en España, "Este país", hasta para Presidente del Gobierno. Con decir que ni siquiera es preciso ganar las elecciones. Se pierden por goleada pero se pacta con los separatistas y a Moncloa.

Me suena de fondo en este agosto de reparto del botín aquel barrito y los saltitos de Penélope. Ahora todos están dando saltitos y se tientan la ropa, se palpan la camisa y a primeros de septiembre, cuando caiga el primer sueldo, la cartera. De no creérselo. Pero la gente se acostumbra muy pronto a lo bueno. Para otoño se sentirán como si llevaran así desde toda la vida y a nada que esto, jauja, ya no va a acabarse nunca. Que será vitalicio y que lo podrán dejar en herencia a las generaciones venideras. Y a lo mejor es así. ¿No es lo que pasa desde hace casi cuatro decenios en Andalucía?. Pues a ello. Ese es el verdadero, el único tajo, la verdadera razón de ser de lo que ha venido en llamarse político.

¿Que dijeron que la cosa era para casi ni un rato y convocar elecciones?. Pero, hombre ¿es que se lo podía creer alguien?. Era tan obvio que ni siquiera puede ser considerado una mentira. Creer en la palabra de un político de nuestro tiempo no es responsabilidad ni culpa ya del autor de la promesa es pura idocia de quienes son tan lerdos como para creérsela. Desde luego quienes en absoluto creen en ellas son quienes las pronuncian. Y aún menos quienes esperan debajo con los picos palomos abiertos. Tras las palabras de regeneración, pluralismo, consenso y todas esas proclamas para aparecerse ante las gentes como virginales, limpios de pecado y traspasados por la bondad absoluta lo que asoma es el ansia de poder, el instinto de preservarlo como sea y el sectarismo mas descarnado y faltó de la más mínima contención ética. Ya lo dice el proverbio. "Cuando las ganas del poder aprietan ni los culos de los santos principios se respetan".

Y todo queda en lo de siempre, en lo de todos, en el grito pelado y "penelobysta" : "¡¡¡Pedro....colocanos a todos!!!

Rafael Torres

¿España está loca?

por Rafael Torres

Julia Navarro

Qué tropa

por Julia Navarro

Fermín Bocos

Las malas compañías

por Fermín Bocos