MADRID, 30 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Ilustre Colegio Oficial de Geólogos (ICOG) considera que se hace necesario avanzar en la investigación de los riesgos naturales e introducir criterios de 'evento máximo posible. De esa manera se superaría el enfoque probabilístico que se utiliza en la actualidad. "Este enfoque da una visión incompleta, cuando se produce un terremoto a la población afectada no le interesa que le hablen de probabilidades", reconoce.
"No se busca medir la aceleración sísmica que se espera que sufra una central nuclear cuando se vea afectada por un terremoto sino cuál sería la máxima aceleración sísmica posible que le afectaría", indica. El nuevo enfoque empírico-determinístico supone un cambio radical en la prevención de los riesgos ambientales.
El Colegio explica que se deberían plantear escenarios multi-riesgo, de combinación de diferentes peligros naturales, ya que las sinergias entre fenómenos potencian su capacidad destructiva.
Para implantar este modelo se requieren nuevos métodos de estudio de los procesos naturales mediante disciplinas como la Paleosismología, Arqueosismología, Paleohidrogeología o la Paleobotánica, "de desarrollo muy reciente en el límite del estado del conocimiento", asegura.
A su vez se hace necesario un conocimiento en profundidad de los procesos físico-químicos que desencadenan los fenómenos naturales para establecer cuáles son sus parámetros. Asimismo el estudio del registro de eventos extremos del pasado reciente para poder determinar su magnitud máxima.
El Colegio ha presentado esta tesis en la última edición de CONAMA 2012, que está basada en un estudio del científico del IGME, Andrés Díez. El planteamiento ni es nuevo, ni una entelequia teórica. Muchos organismos internacionales ya han empezado a utilizarlo con interesantes resultados para la seguridad de las personas y las infraestructuras críticas.
