El 10,8% de los adultos de entre 25 y 64 años recibe educación y formación, un 1,7 puntos más que la media UE

Actualizado: viernes, 18 noviembre 2011 16:29

MADRID, 18 Nov. (EUROPA PRESS) -

El 10,8 por ciento de los adultos de entre 25 y 64 años ha participado en 2010 en actividades relacionadas con la educación y la formación, frente al 9,1 por ciento de media que se registró en la Unión Europea en el mismo periodo, lo que representa 1,7 puntos más, según datos extraidos del informe elaborado por el Ministerio de Educación sobre el Aprendizaje Permanente en España-Nuevas oportunidades para aprender, remitido al Consejo de Ministros.

La UE se marcó el objetivo de llegar en 2010 al 12,5 por ciento en participación de personas adultas entre 25 y 64 años en el aprendizaje permanente.

El informe también contempla un Plan de Acción que presenta, de forma sistematizada, las medidas necesarias para cumplir los objetivos comprometidos por la Comisión Europea de incrementar el aprendizaje de personas adultas en el período 2010-2020.

El principal objetivo es alcanzar en este periodo una tasa de participación del 12 por ciento y, en 2020, del 20 por ciento, lo que representa cinco puntos más que lo fijado por la Unión Europea. El Plan se dirige al conjunto de la población para que pueda aumentar sus competencias profesionales, personales o sociales, complementando las adquiridas durante su paso por el sistema educativo en la etapa escolar inicial aunque sitúa como prioridad a los colectivos con baja o nula cualificación.

Para alcanzar estos objetivos, el Gobierno de España propone a las Administraciones, comunidades autónomas, agentes sociales y organizaciones o entidades interesadas en el sector, la coordinación de sus acciones y recursos, y la participación en los siguientes ejes estratégicos, vinculados y coherentes con el Plan de Acción 2010-2011 del Ministerio de Educación, con la Ley de Economía Sostenible, y con el Real Decreto Ley de 2011 de medidas urgentes para promover la transición al empleo estable y la recualificación profesional de las personas desempleadas.

Así, entre otras medidas, se aboga por desarrollar mecanismos que faciliten la reincorporación de la población adulta al sistema educativo para obtener el Graduado en Educación Secundaria Obligatoria; y generalizar el reconocimiento de competencias profesionales como mecanismo para aumentar la cualificación de la población activa, en particular la de los trabajadores poco cualificados.

Además, aboga por establecer nuevas vías de acceso a la Formación Profesional y hacer compatible el trabajo y el estudio para los jóvenes que lo abandonan prematuramente; reforzar la actualización y la adquisición de nuevas competencias profesionales para afrontar con éxito el cambiante mercado laboral; y promover el acceso de las personas adultas al Bachillerato, a la Formación Profesional y a la Universidad.

También apuesta por ofrecer educación y formación, formal y no formal, a personas en riesgo de exclusión social como estrategia de apoyo a la superación de situaciones de pobreza y marginación; difundir entre la ciudadanía las posibilidades de la formación permanente y establecer mecanismos para la mejora de la calidad y la evaluación periódica de la implementación de las políticas relacionadas con el aprendizaje a lo largo de la vida.

Estos ejes estratégicos se articulan en torno a 25 acciones en las cuales es posible integrar las actividades actualmente en desarrollo y aquellas a implantar por las distintas administraciones, agentes sociales y entidades de la sociedad civil implicadas en el aprendizaje permanente.

En mayo de 2009, el Consejo de la Unión Europea respaldó el objetivo de alcanzar un porcentaje del 15 por ciento para el año 2020, ya que, en ese año, se espera que el 85 por ciento de los puestos de trabajos requieran de una cualificación de nivel medio-alto.