MADRID, 9 Dic. (EDIZIONES)
"Parece que vengo a otro sitio". Es lo que dicen ahora muchos de los vecinos del centro de Valencia que acudían a la Iglesia de San Nicolás antes de convertirse, coloquialmente, en la 'Capilla Sixtina' de la capital del Turia. El templo ha estado varios años sometido a un proceso de restauración que culminó en febrero del año pasado y que ha dejado a vista de todos sus impresionantes frescos de 2.000 metros cuadrados del siglo XVII.
La Generalitat Valenciana hizo en 2001 el primer intento de recuperar San Nicolás restaurando los frescos de la bóveda del altar mayor -a manos del centro de restauración GAIA- y en 2006 haciendo lo mismo con algunas cubiertas exteriores y el campanario, pero la falta de presupuesto ante una obra tan costosa hizo que el trabajo se paralizara. Es en 2011 cuando la Fundación Hortensia Herrero entra en escena y se interesa por San Nicolás.
"Hortensia Herrero -presidenta de dicha Fundación y esposa de Juan Roig, presidente de Mercadona- siempre ha tenido una relación especial con San Nicolás", asegura Mariluz Segarra, responsable de la gestión cultural de San Nicolás de Bari, a EUROPA PRESS. "La Fundación tuvo la iniciativa y decidió asumir los costes de la obra", declara Segarra, que alcanzaron casi los cinco millones de euros.
En los frescos es donde más visibles se hacen los resultados de la rehabilitación, aunque fue en la estructura del edificio -del siglo XIII y ampliada en el XV- donde realmente se hizo una mayor inversión. "Lo caro fue arreglar la estructura exterior y las cubiertas", asegura la responsable, un trabajo que estuvo supervisado por el arquitecto Carlos Campos.
Acabada esta fase, un grupo de profesionales en restauración dirigido por la Doctora Pilar Roig de la Universidad Politécnica de Valencia fue elegido para la restauración de los 2.000 metros cuadrados de frescos del interior. Las pinturas cubren principalmente la bóveda de crucería gótica de la Iglesia y fueron realizadas por el pintor Antonio Palomino y su discípulo Dionís Vidal a finales del siglo XVII.
VISITAS DESMESURADAS
Las obras se dieron por acabadas en febrero de 2016 y el sorprendente resultado hizo llegar a visitantes de dentro y fuera de Valencia, conocedores de lo que se escondía en San Nicolás por el gran eco mediático y el 'boca a boca'.
El tipo de visitante que llega a San Nicolás ha cambiado ya que ha dejado de ser solo un lugar de culto y su popularidad aumentó de un día para otro: "Nos dijeron que había que controlar las visitas porque si no, no podría garantizarse el buen mantenimiento de los frescos", confirman desde San Nicolás, donde también dicen que se ha registrado un aumento de las pesonas que deciden casarse o bautizar en el templo. Los responsables de la gestión cultural calculan que al final de este año la cantidad total de visitantes rondará los 180.000.
Tanto antes como después de la restauración, esta Iglesia siempre ha estado abierta todos los lunes de 8 de la mañana a 8 de la tarde, ya que el lunes es el día de San Nicolás y la tradición dice que si uno va tres lunes seguidos, puede pedir lo que quiera a San Nicolás, que este se lo concederá. El resto de las semanas, cuando no hay misa (se celebran a las 10.00 y a las 19.00), la Iglesia permanece abierta para todo aquel que quiera visitarla y participar en las visitas guiadas.
Estado de San Nicolás antes de la restauración | GAIA
La entrada general, que antes era gratuita, tiene un coste de cuatro euros y la razón de poner un precio es poder controlar las visitas y garantizar el mantenimiento de San Nicolás.
UN MANTENIMIENTO COSTOSO
La colocación de sensores de humedad y temperatura en las bóvedas, el personal que tiene que estar pendiente de su conservación -controlando incluso si tienen que estar las ventanas abiertas o cerradas-, o las continuas obras de reparación han disparado los costes de mantenimiento.
Grietas y cornisas dañadas antes de la restauración | GAIA
La Iglesia se encarga de costear este mantenimiento gracias a los beneficios por la venta de entradas y la creación de una obra social que colabora con dos asociaciones que proporcionan ayuda a gente que vive en la calle o mujeres en riesgo de exclusión social. La mayoría de lo ingresado por la venta de entradas va destinado a la obra social y el resto al mantenimiento del templo ya que como afirma su equipo: "No puedes tener una inversión tan alta de dinero y no responder a esa inversión cuando tienes la suerte de que hay alguien que se fija en ti".
VISIÓN DE LOS VISITANTES Y FUTURO
Los responsables aseguran que muchos de los que acudían a la Iglesia antes de hacerse famosa se encuentran "molestos" porque aseguran que antes podían entrar "cuando querían", algo que no es así, afirman desde San Nicolás, ya que los horarios de culto "son los mismos", solo que ahora se ha añadido un nuevo régimen de visitas culturales.
Otra de las impresiones que se llevan los visitantes más veteranos del templo es que se encuentran "en otra Iglesia distinta" y es que, declara Segarra, "si ves cómo estaba antes y cómo es ahora, es como redescubrir el templo" ya que la suciedad impedía antes poder ver las pinturas. Los que descubren San Nicolás por primera vez, no salen decepcionados y valoran que merece la pena visitarla, según los responsables de las visitas
San Nicolás no quiere quedarse como está y su actividad cultural, que ya ejerce con su patrimonio artístico y visitas con guías oficiales de la ciudad y expertos en el templo, pretende continuarla sacando a la luz obras de orfebrería y pinturas que ahora no se enseñan y que están ocultas por ser más delicadas "para dar un poco más a los visitantes".
Si vas a visitar la Iglesia de San Nicolás en Valencia y quieres información detallada sobre los horarios o el precio, puedes consultar su pagína web. Puedes ver también en el siguiente vídeo más imágenes del resultado tras la restauración de la 'Capilla Sixtina' valenciana y cómo los restauradores llevaron a cabo el trabajo.
