El Papa eligió Albania, que no pertenece a la UE, como primer país europeo que visitar como "una señal" que quería dar

El Papa Francisco en su viaje a Albania
REUTERS
Actualizado: sábado, 4 julio 2015 13:37

ROMA, 22 Sep. (EUROPA PRESS) -

El Papa ha desvelado los motivos por los que eligió Albania, un país no perteneciente a la UE, como el primer país europeo que visitaría durante su Pontificado. En la rueda de prensa de regreso al Vaticano en el vuelo papal de este domingo, ha desvelado a los periodistas que la decisión de este país, perteneciente a la periferia europea, responde al deseo de enviar "un mensaje", "una señal" que quería dar.

Además, el Pontífice ha afirmado que Albania no es un país "musulmán", sino que "es un país europeo" sobre todo por "la cultura de convivencia" entre las religiones, durante la rueda de prensa con periodistas en el vuelo papal de regreso a Roma.

En su opinión de Francisco, que ha preferido responder solo a preguntas relacionadas con el viaje, para no eclipsarlo con otros temas, el albanés "no es tolerante, es hermano, porque tiene la capacidad de la fraternidad".

En este sentido, ha señalado que "los musulmanes, los ortodoxos y los católicos colaboran como hermanos", al tiempo que se mostrado sorprendido por la juventud de los albaneses. "Me habían dicho que es el país más joven de Europa. Se ve una cultura superior, capaz de construir hermandad, un camino de paz, convivencia y colaboración".

El próximo viaje del Papa será a Turquía, que tiene frontera con Irak, y por ello ha bromeado al decir que "la geografía no puedo cambiarla". Además ha anunciado que "tal vez el 28 de noviembre" comenzará el viaje a Ankara y Estambul, para poder festejar con el Patriarca Ecuménico de Constantinopla, Bartolomeo I, la fiesta de San Andrés.

Los periodistas han preguntado al Papa por las sensaciones que sintió tras escuchar los testimonios del padre Ernest y la hermana María, víctimas de la dictadura comunista, y el Papa ha comentado vio de cerca el sufrimiento que han tenido.

El Papa ha confirmado, al final, que se había conmovido hasta las lágrimas cuando escuchó en la catedral de Tirana el testimonio del sacerdote encarcelado durante 28 años. "De verdad, escuchar a un mártir hablar sobre el propio martirio es fuerte; creo que estábamos conmovidos, y hablaban con tanta naturaleza y humildad que parecía que estaban contando la historia de la vida de otra persona", ha concluido.

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