MADRID, 5 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Dirección General de Protección Civil y Emergencias ha presididio la reunión informativa del futuro Comité Estatal de Coordinación (CECO) ante el riesgo de maremotos, que incluirá un plan de prevención y actuación ante esta emergencia por los "elevados daños potenciales sobre la población" a pesar de que este fenómeno no es muy frecuente en España.
La reunión, presidida por el director general de Protección Civil y Emergencias, Juan Díaz Cruz, ha analizado el proyecto de directriz básica elaborada por los organismos implicados. Esta reunión es previa a la presentación del proyecto a la Comisión Nacional, para su posterior traslado al Consejo de Ministros.
Así, el proyecto de Directriz Básica de Protección Civil para el riesgo de maremotos establecerá requisitos mínimos para los planes especiales a nivel nacional y autonómico.
Según Protección Civil se trata de dar respuesta a "un fenómeno de probabilidad de ocurrencia muy reducida, pero con elevados daños potenciales sobre la población" y garantizar una rápida detección del tsunami y la inmediata comunicación de autoridades y población".
A la reunión han asistido representantes del departamento de Seguridad Nacional de Presidencia del Gobierno; de la Dirección General de Política de Defensa y de la Unidad Militar de Emergencias del Ministerio de Defensa; y de las Direcciones Generales de Policía, Guardia Civil y Tráfico del Ministerio del Interior.
Además, han acudido responsables del Ministerio de Fomento a través del Instituto Geográfico Nacional, la Dirección General de la Marina Mercante, el Ente Público Puertos del Estado y la Sociedad Estatal de Salvamento Marítimo; del Ministerio de Economía y Competitividad representado por el Instituto Geológico y Minero de España y el Instituto Español de Oceanografía; así como por miembros del Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente pertenecientes a la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar; y del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad a través de la Dirección General de Salud Pública, Calidad e Innovación.
MAREMOTO CON 2.000 MUERTOS EN EL SIGLO XVIII
España cuenca con unos 7.876 km. de costa y, aunque se trata de un riesgo de muy reducida probabilidad de ocurrencia y no en todas las zonas, fenómenos históricos como el terremoto de Lisboa de 1755, que provocó un maremoto con olas de hasta 15 metros en las costas españolas y causó la muerte de 2.000 personas, nos recuerdan que el riesgo existe. Más recientemente, en 2003, un terremoto en las costas de Argelia originó un maremoto que produjo pérdidas considerables en las islas Baleares.
El plan señala que dada la alta ocupación de las costas, se hace necesario establecer sistemas eficaces de reducción de riesgos en aquellas zonas que puedan verse afectadas, y, en especial, adoptar un sistema de alerta temprana que permita la inmediata puesta en marcha de los planes de emergencia y la adopción de las medidas de actuación para la protección de la población.
El proyecto planifica en dos niveles, estatal y autonómico, y se estructura sobre cuatro ejes: evaluación del riesgo; establecimiento del Sistema Nacional de Alertas por Maremoto; organización de la operatividad de los planes de protección civil y previsión de medidas de educación, información y preparación.
En la evaluación del riesgo, se elaborará una cartografía de vulnerabilidad ante maremotos que servirá de base para determinar los ámbitos territoriales a los que referir los planes de Protección Civil de las comunidades autónomas, y dentro de ellos, los de ámbito municipal.
SISTEMA NACIONAL DE ALERTA POR MAREMOTOS
En concreto, el Sistema Nacional de Alerta por Maremotos estará constituido por los medios, organización y procedimientos necesarios para establecer un sistema único y coordinado para todos los ámbitos del Sistema Nacional de Protección Civil.
El objetivo es detectar a tiempo la generación de maremotos y transmitir, en el espacio más corto posible, la información a las autoridades competentes, así como alertar a los ciudadanos residentes en las áreas de riesgo para que adopten las medidas de autoprotección previamente establecidas.
En el Sistema Nacional de Alerta por Maremotos se integrarán la Red Sísmica Nacional, las redes de mareógrafos de Puertos del Estado y los sistemas de detección del Instituto Español de Oceanografía, además de otros sistemas de variables que permitan una confirmación rápida de la existencia de un maremoto (imágenes por satélite, redes de GPS, etc.).
Igualmente, el Plan de Apoyo de Gestión de Información de Alertas Internacionales servirá como marco para el desarrollo y coordinación de los contactos necesarios con las instituciones internacionales y los países vecinos.
Por otra parte, el Sistema Nacional de Alertas ante Maremotos coexistirá con los Centros Regionales de Aviso de Tsunami (CTWP) integrados en el Proyecto de la UNESCO 'NEAMTWS' (North East Atlantic Mediterranean Tsunami Warning System).
TRES FASES DE EMERGENCIA
La acción ante un maremoto se realizará en tres fases. La primer es la de alerta, con la que una vez detectado el fenómeno por la Red Sísmica se emitirán las alertas a las autoridades y a la población. A continuación está la fase de emergencia, que comenzará con la llegada a las costas de las primeras manifestaciones del maremoto y que se prolonga mientras se ponen en marcha todas las medidas necesarias para la protección de personas y bienes, y hasta el restablecimiento de los servicios básicos en la zona.
Por último, la fase de normalización incluye el restablecimiento de los servicios marítimos y las primeras tareas de rehabilitación en las zonas afectadas.
Finalmente, debido al "escaso margen de tiempo" que transcurre desde la alerta hasta su llegada a las costas, Protección Civil considera "imprescindible" que la población conozca las medidas de autoprotección necesarias para ponerse a salvo. Por ello, concertará con todos los órganos competentes de las comunidades autónomas el diseño y puesta en práctica de un Programa de Información Preventiva sobre Maremotos destinado a los ciudadanos residentes en las zonas potencialmente afectadas por este riesgo.
