Los países ribereños del Mediterráneo aprueban un protocolo para frenar el desarrollo urbanístico en el litoral

Actualizado: miércoles, 16 enero 2008 16:42

ROQUETAS DE MAR (ALMERÍA), 16 Ene. (EUROPA PRESS) -

Las partes reunidas en la XV Conferencia para la Protección del Medio Marino y la Región Costera del Mar Mediterráneo, que se celebra en Roquetas de Mar (Almería), aprobaron hoy un protocolo pionero para la gestión de zonas costeras que impulsará la colaboración entre los países ribereños y la adopción de políticas "transversales e integradas" contra la degradación de los ecosistemas y el freno del desarrollo urbanístico que copa el 40 por ciento de su litoral.

Así lo anunció en conferencia de prensa el coordinador del Plan de Acción del Mediterráneo (PAM), Paul Mifsud, quien valoró el acuerdo, que se sancionará de manera oficial el próximo viernes, como un hito "sin precedentes" en la trayectoria del Convenio de Barcelona que dota a los 21 países firmantes de "un instrumento jurídico único en derecho internacional" y que incluye disposiciones vinculantes para el desarrollo costero.

Mifsud calificó de "muy grave" la situación del borde litoral mediterráneo que, en la actualidad, presenta un 40 por ciento de sus 46.000 kilómetros líneales urbanizado y que se enfrenta a un incremento hasta el 50 por ciento si, según vaticinó, se mantiene la tendencia de actuación de los países ribereños durante las próximas dos décadas.

Reconoció, no obstante, las dificultades de implantación por parte de cada uno de los gobiernos de las medidas contempladas en el documento en los países en vías de desarrollo, que concretó en el sur del Mediterráneo, aunque subrayó el compromiso del PAM para ofertar ayuda que "les permita evolucionar sus capacidades".

Pese a reconocer que la institución que coordina no cuenta con financiación, sí reveló la reciente firma con el Banco Mundial para disponer de 250.000 millones de euros que, según detalló, se destinarán a la construcción de infraestructuras en la región con el objetivo de minimizar la contaminación de fuentes terrestres al Mar Mediterráneo.

Mifsud reivindicó, asimismo, la validez del protocolo para la gestión de zonas costeras como "solución" a los problemas derivados del cambio climático en un ecosistema señalado como "especialmente vulnerable por los científicos" y, sobre todo, como reclamó "para atraer la atención sobre el Mediterráneo" y la toma de conciencia "global" sobre la importancia de alcanzar acuerdos comunes para su protección.