SEVILLA, 13 May. (EUROPA PRESS) -

El presidente de Abengoa Bioenergía, Javier Salgado, aseguró hoy que el cierre de su planta de producción de biocombustibles en Babilafuente (Salamanca) en septiembre del pasado año "no lastrará los resultados de la compañía".

En la presentación de la Conferencia Mundial sobre Biocarburantes 'World Biofuels 2008', que se celebrará en Sevilla desde hoy y hasta el próximo jueves, el empresario apuntó que el cierre de las instalaciones supuso un "impacto" en los activos millonarios.

"El cierre de la planta no es algo bueno, pero Abengoa cuenta con una cartera muy diversificada, sin la cual sería muy complicado aguantar el envite", subrayó.

El problema de la fábrica de Abengoa en Babilafuente, que cerró en 2007, "es legislativo y económico", según indicó Salgado, quien añadió que "no hay ninguna norma que establezca una base suficiente para el consumo de bioetanol y que garantice un porcentaje determinado de mezclas".

Además, indicó que los precios que se pagan por el bioetanol son "inferiores" al de la gasolina. Esto conlleva que se venda una mezcla de gasolina y biocombustible a igual precio que el hidrocarburo sin mezcla y en el que el margen de beneficios "no llega a los productores de biocarburantes, sino que se lo quedan los que lo venden".

"Hay que aguantar porque sabemos que al final habrá una legislación que favorezca la producción de biocombustibles", subrayó el presidente de Abengoa Bioenergía.

También, señaló que el hecho de haber cerrado esta planta y no las ubicadas en Galicia y Murcia se debe a su "buena situación logística". "El cierre de la planta de Salamanca era lo mejor", insistió.

En este sentido, explicó que la ubicación de la planta salmantina se debió, en parte, a que se encontraba en un lugar cerealista clave, sin embargo, al verse obligados a exportar la producción "resulta inviable los altos costes de transporte del biocombustible desde el centro de España".