GRANADA, 16 Oct. (EUROPA PRESS) -
Un proyecto de investigación desarrollado por la Universidad de Granada (UGR) afirma que el 2,5 por ciento de la población andaluza reside en zonas de situación "muy desfavorecida" y un 8,7 por ciento habita en zonas de situación "desfavorecida".
En una nota, Andalucía Investiga indicó que el estudio del equipo del Instituto de la Paz y los Conflictos y el Departamento de Geografía Humana, dirigido por Carmen Egea, concluye que la existencia de zonas "desfavorecidas es más importante en el caso de los espacios urbanos, donde las diferencias se acentúan, mientras que en los medios rurales, las desigualdades están más suavizadas".
Éstos son los resultados de la primera fase de una investigación, financiada por el Centro de Estudios Andaluces, que tiene por objetivo catalogar las zonas más deprimidas de la comunidad autónoma y con ello analizar el grado de respuesta o fragilidad de la comunidad que habita en ellas.
"Se trata de un estudio puntero de ámbito andaluz, en el que ya se han identificado las zonas desfavorecidas y potencialmente vulnerables de todos los núcleos urbanos de Andalucía", añadió.
Para el desarrollo del proyecto se ha definido una metodología específica con la que identificar estas zonas deprimidas, que está basada en los datos extraídos del censo poblacional de 2001, actualizados con las estadísticas del padrón de 2006.
"La gran cantidad de información aportada por estas fuentes ha requerido de un minucioso proceso de selección de las variables que aportarían mayor información sobre las zonas en las que reside la población más vulnerable", expuso Egea.
Analizando los indicadores se recoge como la población más desfavorecida a aquellas personas desempleadas, con baja cualificación y que vivan solas por viudedad o divorcio, al mismo tiempo que se incluyen otros datos como género y edad. También se tiene en cuenta el inmueble urbano en el que residen, así como al nivel de servicios y la percepción que los habitantes tienen de su entorno urbano.
En una última fase, se medirá el grado de vulnerabilidad de algunas de las zonas desfavorecidas identificadas. Esta fase se realizará evaluando la capacidad de respuesta ante cambios o procesos de renovación urbana de los colectivos que viven en esos barrios.
En concreto se han utilizado cinco casos, los más representativos de las zonas urbanas andaluza como son las ciudades de Granada, Almería, Cádiz, Sevilla y Málaga. Se evaluará el grado de asociacionismo vecinal y si tienen presencia de iniciativas de ONG o de particulares que articulen una comunidad más unida. Estos datos aportan información sobre el tipo de sociedad existente en la zona censal, y es una forma indirecta de medir los potenciales procesos que pueden tener lugar en la zona, o las aptitudes de la misma.
