SEVILLA, 15 Feb. (EUROPA PRESS) -

El grupo de investigación de la Universidad Pablo de Olavide (UPO) 'Ingeniería Química', dirigido por el investigador Ildefonso Pérez, estudia la obtención de un papel "más blanco y respetuoso" con el medio ambiente a través del blanqueo de pastas que resulten de materias primas no madereras.

Este Proyecto de Excelencia, titulado 'Blanqueo de pastas celulósicas mediante el uso de sales de heteropoliácidos como catalizadores de oxidación', ha sido financiado por la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa de la Junta de Andalucía con 97.800 euros, y en él colaboran también investigadores de la Universidad de Córdoba (UCO), la Universidad Complutense de Madrid y la Universidad de Gerona.

Según explicó la UPO en una nota, la obtención de papel implica dos problemas fundamentales, como son, en primer lugar, el consumo de madera, que propicia deforestaciones incontroladas que conllevan graves consecuencias en los ecosistemas, y, por otro, además el desabastecimiento de materias primas, paliado por los cultivos que realizan las empresas del sector. Además, también existe el hecho de que la fabricación de papel provoca contaminación, resultante de los agentes químicos de cloro que se emplean a la hora de blanquear la pasta celulósica. Así, aseguró que existen métodos de pasteado que utilizan disolventes orgánicos como alcoholes o ácidos orgánicos de bajo peso molecular, pero sólo se han puesto a punto en plantas piloto, y aunque sus ventajas son diversas presentan "un gran inconveniente". Indicó que las principales sustancias que dan color a la pasta como son la lignina y las resinas, deben ser transformadas químicamente -oxidadas, reducidas o hidrolizadas- para ser eliminadas y optimizar el proceso de blanqueo. Así, se hace necesario estudiar y optimizar nuevas secuencias de blanqueo para obtener una pasta libre de cloro utilizando materias primas alternativas a las madereras.

Para desarrollar el estudio los expertos blanquearán las pastas celulósicas resultantes de material no maderero utilizando ozono, oxígeno, peróxido de hidrógeno, y sus precursores -ácido peracético y perborato sódico-.

Según explicó Pérez, "todos estos agentes de blanqueo son una buena alternativa para sustituir el cloro, y además presentan la ventaja de producir efluentes de menor poder contaminantes". Sin embargo, su uso "también conlleva inconvenientes debidos fundamentalmente al coste de los reactivos y a su tendencia a la descomposición".

Para solventarlos y optimizar y mejorar el proceso de blanqueo y las características de las pastas, los científicos emplearán activadores. Estos son las denominadas sales de heteropoliácidos (ácido fosfomolibdico, ácido wolframato fosfórico y mezclas de sodio molibdato con disodio hidrogeno fosfato) que actúan como catalizadores de oxidación.

BÚSQUEDA DE "LO ÓPTIMO".

Por último, con la finalidad de encontrar las condiciones óptimas de este proceso que podrá transferirse a la industria papelera y a las explotaciones agrícolas, los científicos caracterizarán diferentes variantes de operación, así como las características de las pastas y de las hojas de papel resultantes.

En el estudio también se contempla la recuperación de las heteropolisales de las lejías residuales, usadas como catalizadores en el blanqueo. Además, destacó que a estas lejías se les realizará un estudio de biodegradabilidad utilizando biomasa procedente de Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales (EDAR) y suplementando el medio con un aporte mineral.