Ciudad de la Justicia de Málaga. Fachada - EUROPA PRESS - Archivo
MÁLAGA 24 Nov. (EUROPA PRESS) -
El hombre acusado de matar a un conocido y dejar su cadáver en la carretera del paseo marítimo de Málaga en diciembre de 2018 ha dicho que actuó en legítima defensa, ya que, ha asegurado, fue la víctima la que sacó el cuchillo. Además, ha negado que tirara el cuerpo, sino que se cayó del maletero del coche en el que lo había metido, con ayuda de su entonces pareja --también procesada--, al abrirse.
Así lo ha declarado el acusado ante el juzgado popular que le juzga a él y a su novia durante esta semana por un delito de asesinato, por el que la Fiscalía solicita 19 años de cárcel para el hombre como presunto autor y 12 años para la mujer como cómplice; mientras que la acusación particular, que representa a la familia del fallecido, pide 25 y 15 años de prisión, respectivamente.
Los hechos sucedieron en la noche del 29 al 30 de diciembre de 2018 en la capital. El acusado ha rechazado el relato de las acusaciones, manteniendo que ese día estuvieron cenando junto a otra pareja, fueron a un local de copas donde se encontraron con la víctima, que "se acopló" al grupo y, además, comenzó a recriminarle que hubiera tenido una relación con su sobrina.
Cuando ya solo estaban los tres, se marcharon a una playa y allí, fuera del coche, mientras la mujer permanecía dentro, la víctima, según el relato ofrecido por el procesado, volvió a recriminarle dicha relación y a insultar a su expareja, sacando un cuchillo, que se le cayó al suelo.
Entonces, según ha declarado, con esa misma arma y mientras estaban los dos agarrados dando vueltas sobre sí mismos lo apuñaló, versión contraria a la de las acusaciones, que sostienen en sus escritos iniciales, a los que tuvo acceso Europa Press, que actuó "de forma sorpresiva y por la espalda", dándole hasta 18 puñaladas al otro, quien apenas pudo hacer nada para defenderse.
"Tenía mucho miedo porque este hombre era un asesino en grado de tentativa", ha dicho el acusado, quien ha reconocido que "hasta que no me soltó no dejé de darle cuchilladas". "Me volví loco, la situación me superó, no supe qué hacer", ha asegurado en su declaración, apuntando que después metió el cuerpo en el maletero del vehículo pensando que estaba muerto.
Además, ha explicado que cuando iban camino de la zona este de Málaga notó como un bache, paró el coche y vio el cuerpo en la carretera porque el maletero "no se había cerrado bien", señalando que entonces huyeron, primero a la casa de la familia de la acusada y después a la casa abandonada que ocupaban, donde quemaron el chaquetón de la víctima, el cuchillo y el móvil.
El hombre ha resaltado la cantidad de alcohol y pastillas tranquilizantes, opiáceos que tomó esa noche, manteniendo que consume sustancias estupefacientes desde los 13 años y que, además, tiene diagnosticada una esquizofrenia paranoide pero que el día de los hechos no se tomó la pastilla que le servía para controlar sus impulsos.
Asimismo, ha asegurado que no se entregó porque había estado en prisión de 2007 a 2018 "sabía que no me iban a creer, no quería volver a ese infierno".
La acusada, por su parte, tampoco ha reconocido los hechos tal y como los relatan las acusaciones, ya que ha negado que saliera del coche en la playa, asegurando que apenas vio "fugazmente" el momento del apuñalamiento, al tiempo que ha dicho que no ayudó a meter el cadáver en el maletero y que "nunca" condujo el vehículo en la huía, saliendo solo del automóvil cuando el cuerpo de la víctima quedó tendido en el paseo marítimo.
Ha asegurado que nunca se entregó ni denunció los hechos porque "tenía mucho miedo". "Yo no podía avisar a nadie, mi expareja era muy agresiva conmigo, estaba muy asustada, siempre estaba conmigo y no me dejaba sola", ha señalado en su declaración, indicando que denunció por violencia machista a la que había sido su pareja aunque reconoce que retiró la denuncia cuando él le prometió que iba a cambiar.
El juicio continuará durante los próximos días. La vista de este martes ha comenzado con la sustitución de una de las miembros del jurado al reconocer que era la esposa de una persona que fue apuñalada por la víctima en este caso.