CÓRDOBA, 12 Nov. (EUROPA PRESS) -
Como una consecuencia más de la crisis, Cáritas Diocesana de Córdoba ha tenido que establecer en su sede "unos horarios de atención a los necesitados, pues el número de solicitantes de ayuda ha crecido más del 50 por ciento con relación al año pasado", lo que ha llevado también a Cáritas a establecer un servicio de atención a domicilio para los nuevos pobres.
Según explicó hoy en rueda de prensa el delegado diocesano de Cáritas en Córdoba, Manuel María Hinojosa Petit, "la crisis económica actual está teniendo una notable incidencia en la sociedad en general, pero actúa con especial virulencia en los más desfavorecidos", lo que ha provocado que se hayan "multiplicado las solicitudes en las distintas actividades de atención a los más pobres" que lleva a cabo la Diócesis cordobesa.
Jóvenes, mujeres, niños e inmigrantes son los principales demandantes de la ayuda de Cáritas, refiriéndose la mayor parte de peticiones a cuestiones básicas, como comida o el pago del alquiler de una vivienda, y además la de los más necesitados ha crecido, pues, mientras que en 2007 buscaron el apoyo de Cáritas para poder comer casi 600 personas, en lo que va de año son ya casi 1.500 los pobres que han pedido ayuda para alimentarse.
Además, entre los nuevos pobres surgidos de la crisis se encuentran quienes tienen unos ingresos mínimos, pero que, por primera vez, le resultan insuficientes para poder pagar comida, vivienda, ropa, agua y luz, es decir, los gastos básicos de cualquier familia, pero con el añadido en estos nuevos casos de que les resulta humillante pedir ayuda.
La respuesta de Cáritas, para éstos casos, ha sido la creación del citado servicio de reparto de comida a domicilio, mediante voluntarios, para preservar la dignidad y respetar la intimidad de estas personas, al objeto de que no se sientan humilladas.
