Jaén.- Tribunales.- El jurado declara culpable de asesinato al anciano acusado de matar a su hermano con dos disparos

Europa Press Andalucía
Actualizado: miércoles, 6 febrero 2008 21:10

JAÉN 6 Feb. (EUROPA PRESS) -

El jurado declaró hoy culpable de un delito de asesinato al hombre de 77 años de edad acusado de ser el autor de la muerte de su hermano, cuyo cadáver fue encontrado el 22 abril del año 2005 con dos heridas producidas por sendos disparos de escopeta.

La portavoz del jurado explicó que las conclusiones que les han llevado a emitir un veredicto de culpabilidad, según hizo público hoy en la Audiencia Provincial de Jaén, fueron las contradicciones en el relato del procesado, tales como que en la fase de instrucción del caso declaró que después de que le inmovilizaran el vehículo la mañana del crimen no volvió cogerlo mientras que en el juicio oral afirmó que sí cogió el coche a pesar de la prohibición.

También hicieron referencia al relato del testigo protegido que reveló que años antes le regaló una escopeta, si bien él niega haber tenido arma alguna y a que si su ropa no presentaba salpicaduras o restos biológicos fue porque la proyección de estos fue hacia delante.

Sin embargo, el elemento que consideraron "determinante" para llegar a la conclusión de culpabilidad fue la prueba pericial en la que se demostró que la ropa del anciano tenía partículas procedentes de la detonación de un arma de fuego, con lo que se desmontó su testimonio de que no había disparado ninguna escopeta ya que esas sustancias químicas eran específicas de la pólvora.

Ante este veredicto, el ministerio fiscal mantuvo su petición de 19 años de prisión y 240.000 euros de indemnización; la acusación particular 21 años y medio de prisión para el supuesto fratricida y unos 324.000 euros de indemnización y la defensa solicitó la pena mínima, es decir, 15 años un delito de asesinato y medio año de prisión por tenencia ilícita de armas.

El juicio comenzó este lunes en la sección tercera de la Audiencia Provincial de Jaén y en esa primera sesión el acusado se declaró inocente de este crimen y arguyó que las relaciones entre ambos "no eran malas". Así, el hombre rechazó haber disparado a su hermano con una escopeta y haber tirado después este arma en un pozo. De hecho, afirmó que se enteró de su muerte por la noche y cuando se encontraba en las dependencias de la Guardia Civil.

También declaró que nunca tuvo arma alguna y que si tenía restos químicos que se corresponden con los componentes de la pólvora no es porque disparara escopeta alguna, sino porque al ser pintor se le quedan trazas de los colores y porque además en el cortijo hay sustancias químicas que usan para el tratamiento agrícola.

UNA PERSONA "MUY MALA".

Por su parte, la viuda afirmó ese mismo día que desde que le avisaron de que a su marido le había pasado algo estaba "segurísima" de que había sido el acusado, al que definió como una persona "muy mala", "traicionero y cobarde" así como que "ha hecho mucho daño a la familia". También expuso que las relaciones entre ellos se deterioraron hasta romperse cuando en el año 2002 el procesado persiguió a la víctima con un cuchillo y una cadena, con los que le hirió y que derivaron en que el acusado pasó entonces un tiempo en la cárcel.

En la segunda jornada del juicio prestaron declaración los guardias civiles que examinaron los cartuchos que se hallaron en la escena del crimen y confirmaron que en la ropa que analizaron procedente del hermano del fallecido había residuos procedentes de una detonación de un arma de fuego. Estos agentes explicaron que en la ropa del supuesto fratricida descubrieron pequeñas partes de materia compuestas por plomo, antimonio y bario, elementos químicos que son "específicos" de la pólvora al encontrarse en una misma partícula. Así, no dudaron en proclamar que cuando están las tres juntas jamás pueden proceder de algo distinto a un disparo.

Durante la prueba pericial practicada también se puso de relieve que la persona que mató a la víctima efectuó el primer disparo cuando el otro le estaba dando la espalda y a unos tres metros de distancia, aproximadamente. A continuación, los expertos detallaron que posiblemente, el herido dio unos pasos hacia delante y cayó al suelo al tiempo que el autor de los disparos se acercó a él hasta situarse a un metro, más o menos, y volvió a apretar el gatillo de la escopeta apuntando hacia la cabeza del muerto. Además, descartaron que hubiera forcejo o pelea alguna.

Contenido patrocinado