MARBELLA (MÁLAGA), 15 Jun. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), Santiago Herrero, solicitó hoy compensaciones económicas para el rescate de los derechos adquiridos por estas personas en el caso de que, finalmente, vean perjudicada su actividad.
Tras mantener una reunión con el presidente del Centro de Iniciativas Turísticas (CIT) de Marbella, Miguel Gómez y Molina, y el presidente de la Confederación de Empresarios de Málaga, Vicente García, Herrero comentó que los cambios normativos "deben implicar compensaciones económicas ante los derechos adquiridos" por los propietarios de los chiringuitos.
"Lo que no pueden pretender las administraciones públicas es cambiar las normas y que los derechos adquiridos les salgan gratuitos en su actuación", añadió.
Asimismo, expuso que "hemos llegado hasta aquí debido al impulso de las propias administraciones públicas, ya que los chiringuitos son concesiones administrativas", al tiempo que señaló que el Gobierno tiene "todo el derecho" a cambiar las leyes, "pero debería hacerlo evitando perjudicar la actividad económica y el empleo, especialmente en estos momentos en los que tanta falta hace mantener la actividad".
EMPLEOS
Herrero subrayó que los chiringuitos generan 40.000 empleos en Andalucía y 20.000 en la provincia de Málaga y criticó al Ejecutivo por elegir este momento para acometer la modificación normativa que afectará a la actividad de estos establecimientos. "Se podría haber acometido en otra época de gran expansión económica, en lugar de elegir de forma inoportuna este momento", agregó.
Asimismo, mostró su esperanza para que se trabaje con "sensibilidad" respecto a estas "manifestaciones singulares" de Andalucía, "al igual que se tendría sensibilidad si la manifestación singular afectara a otras comunidades autónomas".
Por su parte, el presidente de la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM), Vicente García, comentó que los chiringuitos son uno de los atractivos más singulares y típicos de la Costa del Sol, por lo que se debe coordinar el desarrollo de las empresas y el empleo que generan, con el bienestar que producen a muchos de los clientes de la Costa del Sol. "Es algo muy propio y singular, perderlo podría perjudicar sensiblemente al turismo", concluyó.
