TERUEL, 29 Jul. (EUROPA PRESS - 9
El Ayuntamiento de Teruel ha presentado hoy, en rueda de prensa, el proyecto del aparcamiento subterráneo del barrio del Arrabal. El alcalde de la ciudad, Miguel Ferrer, recordó que el Consistorio tenía previsto hacer un parque al final de la calle Mayor de este barrio, pero "ante la petición vecinal, hemos diseñado un aparcamiento debajo de la plaza".
Esta decisión supone cambios en el proyecto inicial del parque que se ha convertido en una plaza, algo que afecta sobre todo al arbolado que "será más pequeño, aunque se han reservado zonas para poner arbolado más grande".
El aparcamiento será en una planta y dispondrá de 51 plazas. Un total de 40 vecinos del barrio han mostrado ya su interés en comprar una de las plazas, mientras que el resto saldrán también a la venta. Todas costarán unos 16.000 euros, aunque podría haber alguna rebaja según la adjudicación de las obras. Ferrer explicó que, el próximo 31 de agosto, los interesados deberán hacer un primer pago, de 3.000 euros, y después aportaciones durante un año, tiempo previsto para la ejecución de las obras.
Además, los propietarios de las plazas de garaje "tendrán que constituir una asociación de usuarios que será la que explote el parking porque tendrá carácter privado", señaló el alcalde. Ferrer insistió también en que las obras comenzarán en cuanto se hayan adjudicado, algo que se hará "lo antes posible", aunque posiblemente sea a comienzos de 2009.
Por su parte, la concejal de Infraestructuras, Lucía Gómez, apuntó que la plaza servirá para "regular los tráficos del propio barrio", donde recordó "ha aumentado la construcción de viviendas". Destacó, asimismo, que "servirá para unificar el barrio porque la urbanización de la plaza es muy similar a la de la calle Pirineos".
En nombre de la Asociación de Vecinos del Arrabal, su tesorero Alberto Esteban agradeció al Ayuntamiento la puesta en marcha del proyecto que viene a solucionar un grave problema del barrio: el del aparcamiento.
Esteban afirmó que no siempre se respeta la señalización, a veces porque los vecinos no se quejan; a veces "porque los municipales no se pasan por allí". En este sentido, el alcalde Miguel Ferrer recordó que "el espacio es muy limitado" y que "aunque los municipales se pasan, no se puede ser demasiado estricto".
