TERUEL 26 Abr. (EUROPA PRESS) -
La catedral de Teruel ha acogido este sábado una emotiva misa exequial en homenaje y acto de despedida del Papa Francisco, fallecido el pasado de Pascua.
Fieles, sacerdotes y religiosos de toda la diócesis de Teruel y Albarracín se han congregado en el templo para despedir al pontífice en una celebración presidida por el obispo José Antonio Satué que ha estado marcada por la profunda emoción y la reflexión sobre la vida y legado del pontífice argentino.
En las primeras filas de los bancos han asistido al funeral autoridades como la alcaldesa de Teruel, Emma Buj, el presidente de la Diputación Provincial de Teruel, Joaquín Juste, el consejero de Medio Ambiente y Turismo del Gobierno de Aragón, Manuel Blasco, y el subdelegado del Gobierno en Teruel, Enrique Gómez.
La Polifónica Turolense junto al órgano han puesto la música a la ceremonia. Durante la homilía, Satué ha expresado "la tristeza y el dolor" por la partida del Papa Francisco, "una persona muy querida" en una celebración que permite "expresar y compartir nuestro dolor, para que no se nos atragante y no llegue a enfermarnos el alma y el cuerpo".
El Obispo ha destacado cómo el Papa Francisco ha cuidado "con ternura" a muchas personas a través de "gestos sencillos, pero llenos de amor, como llamadas telefónicas, cartas escritas a mano y acciones que han tocado corazones en todo el mundo". Además, ha resaltado la importancia de "la confianza" que el pontífice transmitía, recordando que su vida "no estuvo en sus manos, sino en las de Dios, lo que le permitió mantener siempre la alegría y el buen humor incluso en momentos difíciles".
El obispo de Teruel ha invitado a los presentes a reflexionar sobre qué ha significado para cada uno la cercanía y las palabras del Papa Francisco, y cómo su legado continúa sembrando esperanza en corazones de distintas personas, incluso aquellas alejadas de la Iglesia. Satué ha compartido como los presentes: "A través del papa Francisco, Dios ha grabado en mi corazón dos palabras: cuidado y confianza".
La misa también ha servido como un momento para recordar que la muerte no es el final, sino una promesa de vida eterna junto a Dios, como nos asegura la resurrección. El obispo ha animado a todos "a abrirse a la experiencia del Resucitado, que está presente en cada uno de nosotros y en los gestos de amor y solidaridad que realizamos en nuestro día a día".
Al concluir la ceremonia, los asistentes han expresado su gratitud por la vida del Papa Francisco y su testimonio de amor y sencillez.
Para la diócesis de Teruel y Albarracín la celebración llevada a cabo en la Catedral de Teruel ha resultado "un acto de fe, esperanza y memoria, que invita a todos a seguir sembrando semillas de amor y cuidado en sus vidas, en honor a un líder que dejó una huella imborrable en la historia de la Iglesia y del mundo".