HUESCA 27 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Memoria del Centro de Solidaridad Interdiocesano de Huesca, correspondiente al año 2007, pone de manifiesto que continúa aumentando el consumo de cocaína. Una situación preocupante, que ha llevado ha intensificar la labor de prevención.
A lo largo del pasado año, el Centro de Solidaridad Interdiocesano de Huesca registró un aumentó de un 18 por ciento en el volumen de demanda de atención, tanto en programas de prevención como en los programas que tratan afecciones concretas. En concreto, el centro desarrolla cinco programas, el de prevención 'Orebel', el de Acción en el medio escolar, el programa 'Aculliri', el programa de Acogida y el Centro Penitenciario. A través de ellos fueron atendidos 145 casos de Huesca capital y provincia, con la cocaína como sustancia principal de consumo.
Asun Marín, una de las técnicas del Centro de Solidaridad, insistió en que "esta cifra, los 145, son casos de afectados directamente, pero a su alrededor hay muchas personas, entre familiares o amigos, también afectados". De hecho, según la Memoria, el número de familiares atendidos en el conjunto de los programas terapéuticos asciende a 112.
Marín calificó de "preocupante", el consumo de cocaína y dijo que "se empieza a consumir de una forma esporádica en la adolescencia y un 33 por ciento de estas personas se van a enganchar".
Según informó Marín, "los casos de consumo de cocaína que, en principio se atendían de forma ambulatoria, debido a los problemas y el deterioro que presentan, se han incrementado en un 50 por ciento en las atenciones del programa de acogida que es la fase previa al ingreso en una comunidad terapéutica".
Esta situación ha obligado ha aumentar el trabajo de prevención que, en 2007, ha llegado a 1.148 personas entre profesores, alumnos y mediadores juveniles.