La organista Esther Ciudad y el grupo Neopercusión actúan este lunes en Festival en el Camino de Santiago

La organista Esther Ciudad.

- FESTIVAL INTERNACIONAL EN EL CAMINO DE SANTIAGO

JACA (HUESCA), 4 (EUROPA PRESS)

La organista Esther Ciudad y el grupo Neopercusión actuarán este lunes, 5 de agosto, en la XXVIII edición del Festival Internacional en el Camino de Santiago, con una actuación que tendrá lugar a las 22.30 horas, en la catedral de Jaca.

El título de la actuación es 'Exótica: el exótico viaje de Magallanes' y rememora el viaje organizado por Magallanes, cuyo primer objetivo fue comercial, si bien también derivó en la cristianización de otros continentes.

De esta forma, la propuesta musical pretende ser una exégesis de este proceso, en la que el órgano se presenta como el elemento transformador, el sonido divino que transforma y cristianiza, mientras que la paráfrasis musical propuesta por Hermes Luaces, de Neopercusión, está sustentada sobre elementos y melodías de la música polifónica de la Contrarreforma católica, protagonizada por polifonistas como Palestrina o Tomás Luis de Victoria, según se lee el programa del festival.

Los set de percusión describen la esencia del alma del individuo, una narrativa en la que la libertad de los indígenas apoyada por las leyes de Burgos de 1512 estableció la condición de hombre libre de todos hombres y mujeres de la tierra conquistada, con la prohibición expresa de ser explotados, sin perjuicio de la obligación de trabajar a favor de la corona como súbditos de la misma.

Uno de los temas, interpretados por niños, describe el impacto cultural que supuso la evangelización. La educación musical importada del Imperio junto con el mestizaje generó un proceso de intercambio cultural.

El órgano y las formaciones polifónicas fueron un hecho cultural de un gran desarrollo musical con un gran efecto en la elevación espiritual de Iberoamérica, especialmente en el entorno de las reducciones jesuíticas y de las grandes Catedrales, según se recoge en el citado programa. Finalmente, el órgano se fusiona con la percusión como un proceso de mestizaje, expresión del triunfo de la evangelización.