ZARAGOZA 4 Mar. (EUROPA PRESS) -
El consejero de Obras Públicas, Urbanismo y Transportes del Gobierno de Aragón, Alfonso Vicente, ha visitado hoy las obras de la Autopista Autonómica El Burgo de Ebro-Villafranca. El consejero ha conocido las nueve esculturas que la empresa concesionaria ha encargado para elegir, finalmente, una de ellas que se colocará como hito en un punto del trazado de la propia autopista.
La Autopista Autonómica de peaje en sombra entre El Burgo de Ebro y Villafranca de Ebro tiene un importe de adjudicación a lo largo de la concesión de 154.627.305 euros. La concesión a la agrupación de empresas formada por Acciona Brues y Fernández y Arascon es por 30 años.
La obra proyectada es una autopista de nuevo trazado que discurre desde la carretera N-II, entre las poblaciones de Villafranca de Ebro y Nuez de Ebro, hasta la carretera N-232 en su enlace con la A-222, en El Burgo de Ebro. A partir del origen y mediante alineaciones suaves se busca el cruce del río Ebro, que se realiza mediante un viaducto de 400 metros de longitud.
La longitud de esta infraestructura es de 5,2 kilómetros. La solución adoptada comienza en el punto kilométrico 345 de la N-II y termina en el 217 de la N-232. La sección tipo de la autopista consta de dos calzadas de siete metros, con un arcén exterior de 2,50 metros y otro interior de un metro. Además se dispondrán bermas de un metro a ambos lados. Cada una de estas calzadas constará de dos carriles de 3,5 metros.
Las obras de la autopista autonómica se iniciaron en el verano de 2006 y está previsto que concluyan en mayo del 2008. Así, entrará en servicio esta primavera, con un plazo de concesión de 30 años y comienzo del cobro del peaje en sombra a partir de la puesta en servicio.
El Gobierno de Aragón abonará trimestralmente una cantidad al concesionario en concepto de contraprestación en forma de tarifa en función de los usuarios de la Autopista y será el resultado de multiplicar las tarifas vigentes por el número de vehículos-kilómetro. Se trata, en cualquier caso, de un peaje en sombra, es decir, completamente gratuito para el usuario y asumido por el Gobierno de Aragón durante los 30 años de concesión.
El Ejecutivo autónomo hará efectiva al concesionario durante los próximos 30 años cantidades que oscilan desde los 1,6 millones de euros de 2008 hasta los 6,4 millones que satisfará en el año 2035, último año de la concesión. Posteriormente, esta infraestructura quedaría integrada en la Red Autonómica de Carreteras.
Una de las singularidades del contrato de concesión es que el Gobierno aragonés realizará penalizaciones utilizando un índice de accidentabilidad de la autopista.