La Casa de las Mujeres de Avilés acoge este jueves un homenaje a dos maestras que dejaron su legado en la ciudad

Archivo - Casa de las mujeres de Avilés.
Archivo - Casa de las mujeres de Avilés. - AYUNTAMIENTO DE AVILÉS - Archivo
Europa Press Asturias
Publicado: martes, 8 julio 2025 13:13

   OVIEDO, 8 Jul. (EUROPA PRESS) -

   La Casa de las Mujeres de Avilés acogerá este jueves 10 de julio, a las 19.30 horas la actividad titulada 'Dos vidas, dos historias. Maestras que dejaron su legado en Avilés', una propuesta en la que se combinará la literatura, la historia y la música para repasar las trayectorias de las docentes Faustina Álvarez García (1874-1927) y Esperanza Rodríguez Cerdán (1892-1984).

   Según ha informado el Ayuntamiento de Avilés este martes en una nota de prensa, se trata de una sesión abierta al público, con entrada gratuita hasta completar aforo, que incluirá música en directo a cargo de Alba Gil y María Silva.

   La iniciativa se basa en los libros de las escritoras Mercedes G. Rojo y Rebeca Fernández Alonso, que estarán presentes en el acto, junto a la concejala de Igualdad, Lucía Fernández Ron.

   Rojo es autora de 'Faustina Álvarez García. Una pionera feminista entre el magisterio y la inspección educativa' y Fernández Alonso de 'Esperanza Rodríguez Cerdán. La voz rebelde de una maestra sufragista republicana y miliciana de la cultura'.

   Faustina Álvarez, nacida en un pueblo de León, trabajó en el colegio Miranda de Avilés. Fue la primera mujer española en acceder al cargo de inspectora de educación y se la considera "una pionera del feminismo". Según el Ayuntamiento, se la describe como una figura relevante dentro y fuera del aula, ya que impulsó "obras de carácter social, cultural y asistencial" en los lugares donde ejerció. Fue madre del dramaturgo Alejandro Casona.

   Esperanza Rodríguez Cerdán inició su carrera como maestra en Molleda en 1915. Entre 1929 y 1936 trabajó en Alameda del Valle (Madrid) y, tras el inicio de la Guerra Civil, se encargó de una colonia infantil organizada por el Gobierno de la Segunda República en Murcia.

   Posteriormente fue "miliciana de la cultura" en un hospital clínico militar en Benidorm. En 1939 se exilió, primero en Argelia y en 1961 a París. No regresó a España hasta 1982. Falleció en Valencia dos años más tarde.

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