Sindicatos tildan de provocación el plan de Santa Bárbara de hacer de las plantas asturianas "un taller de componentes"

Actualizado: martes, 22 abril 2008 22:30

OVIEDO, 22 Abr. (EUROPA PRESS) -

Los sindicatos tildaron hoy de "provocación" el plan de futuro de Santa Bárbara que prevé "la fusión" de las fábricas de armas De La Vega y Trubia para convertirlas "en un taller de componentes". Así lo explicó a Europa Press el presidente del comité de empresa tras la reunión mantenida en Madrid con la dirección de la compañía.

Los sindicatos rechazaron tajantemente la voluntad de la multinacional de cerrar la fábrica de Oviedo y trasladar las líneas de producción de ésta a Trubia y La Coruña. La propuesta de la dirección pasaría, según los sindicatos, por dejar la fabricación de componentes en Trubia y trasladar la fabricación del lanzagranadas y del cañón Mk-30 a Galicia. "A Asturias la dejarían como un taller para hacer componentes mientras que a la planta de La Coruña, en la que actualmente no se hacen productos, se trasladaría la producción de armas, la tecnología y las pruebas de fuego", dijo García.

El dirigente sindical advirtió que una vez consumado este plan, "el siguiente paso podría ser cerrar Trubia que lo justificaría fácilmente en la falta de viabilidad". Asimismo, Amador García rechazó los argumentos de la compañía para justificar el cierre de De La Vega. "Los planes que nos han expuesto hoy demuestran que de falta de viabilidad nada; quieren desmantelar esta planta para hacer viables a otras dos", expuso el presidente del comité de empresa quien calificó la propuesta "de absoluta insensatez".

Los sindicatos volverán a reunirse mañana con la empresa aunque las posibilidades de acuerdo son prácticamente "nulas". "Lo que nos plantean es totalmente inadmisible no hay ninguna posibilidad de discusión", expuso García.

Ante esta situación, el dirigente sindical pidió la intervención del Gobierno asturiano. "No puede ser que Asturias, con una tradición armamentística como la que tiene, no pinte nada y que lleven a Galicia la producción y toda la tecnología; esto escapa ya a la responsabilidad sindical y el Gobierno tiene que intervenir", expuso.

Para el dirigente sindical, la postura de la empresa demuestra que el único interés es el suelo sobre el que está asentado la fábrica. "Esto es una provocación y una prueba de que la empresa lleva años mintiendo y engañando a los trabajadores, y que su intención es hundir descaradamente a las plantas asturianas", concluyó