Tribunales.-(Amp.)Condenado a 44 años de cárcel al hombre que asesinó a Desireé Prieto e intentó matar a su hijo

El juez condena al asesino a indemnizar al menor con casi 132.000 euros y con otros 80.000 a la familia de su ex pareja

Europa Press Asturias
Actualizado: martes, 24 junio 2008 17:31
OVIEDO, 24 Jun. (EUROPA PRESS) -

La sección tercera de la Audiencia Provincial de Oviedo ha condenado a J. M. S. a un total de 44 años de prisión por el asesinato de su ex pareja Desireé Prieto y el intento de asesinato del hijo de ambos, según consta en la sentencia a la que tuvo acceso Europa Press.

Por el delito de asesinato, el tribunal impone al acusado 25 años de cárcel mientras que por el intento de asesinato del pequeño Cristian S. P., que entonces tenía dos años, le impone 19 años de prisión. Asimismo, el juez también dicta para el condenado la prohibición de aproximarse a su hijo, domicilio o lugar donde se encuentra, así como de comunicarse con él por cualquier medio durante diez años más al de la duración de las penas de prisión.

El acusado también deberá indemnizar al pequeño con casi 132.000 euros por la pérdida de su madre, las lesiones sufridas y la secuelas. A la madre y las hermanas de Desireé Prieto, el asesino deberá pagarles 80.000 euros. Sobre la sentencia cabe recurso de casación ante el Tribunal Supremo.

El Ministerio fiscal solicitaba para el acusado una pena de 44 años de prisión y una multa de 200.00 euros para el parricida, por los delitos de asesinato y homicidio en grado de tentativa. Desireé Prieto fue asesinada y su hijo herido gravemente el 14 de julio de 2006 en la vivienda de su ex pareja en el barrio gijonés de Portuarios.

Desireé Prieto, de 22 años, había dejado a su hijo al cuidado de su ex compañero sentimental y padre del niño para recogerlo cuando saliera de trabajar. A última hora de la tarde de aquel día cuando vio que el hombre y el niño no estaban en la parada de autobús donde solían quedar se dirigió al domicilio del acusado.

Unas horas más tarde, extrañada por el hecho de que su hija y su nieto no regresaban a casa, la madre de Desirée avisó a la Policía. Cuando los agentes accedieron al interior de la vivienda de J. M. S. D., encontraron en el suelo el cadáver de la joven que había sido degollada. El niño estaba gravemente herido por arma blanca y estaba tendido en la cama junto a su padre que presuntamente intentó suicidarse cortándose las venas.

En la sentencia judicial, la Audiencia considera probado que la muerte de Desireé fue "ejecutada con ensañamiento". "Prueba de ello es que las lesiones causadas cuando la mujer se estaba cayendo o yaciendo (...) ya eran un lujo de males innecesario salvo desde la perspectiva de la deliberación vil del asesino que venía a reafirmarse en su posición de dominio destrozando la que creía era suya, con un criterio de propiedad ignorando y despreciando el hecho de que aquella sobre lo que proyectaba esa prepotencia era un ser humano".

En la sentencia, también se hace mención a la "aflicción moral sobreañadida" que tuvo que sufrir la víctima "al sentirse morir de esa forma tan inicua" sin olvidar "la convulsión que una madre debe experimentar en ese trance ante la presencia de su propio hijo, de poca edad, pero de la suficiente como para captar la inhumanidad y brutalidad de la escena que tuvo que percibir necesariamente".

En cuanto a la agresión al niño de dos años, el tribunal considera que "es alevoso" pues se "ejecuta sobre quien tiene una capacidad defensiva tan reducida que es inapreciable desde la perspectiva del riesgo que podía representar el agresor". También se resalta el "ensañamiento" de la agresión ya que después de las heridas causadas "se acuesta al menor durante más de cuatro horas dejando evolucionar el sufrimiento que le tenían que producir las lesiones y el moral que hacía mella en él al verse en ese trance".

En cuanto al hecho de que el homicida pudiera tener sus facultades mentales, el tribunal considera que el procesado "solo tiene un trastorno mixto de la personalidad que no afecta a su inteligencia". Según la sentencia, el asesino de Desireé Prieto es "una mala persona que no muestra ningún tipo de arrepentimiento, que tiene una frialdad afectiva inalterable con las circunstancias sin implicarse afectivamente con las situaciones como las que él provocó ". En el juicio, los peritos aseguraron que el acusado "era una persona peligrosa capaz de asesinar, o intentarlo, a quienes se vinculan se vinculan con el personal y familiarmente".

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