El tribunal considera que existen "múltiples hechos indiciarios" de la implicación del que esta considerado cabecilla de la banda
GIJÓN, 23 Abr. (EUROPA PRESS) -
La sección octava de la Audiencia Provincial de Asturias ha condenado a más de 30 años de cárcel a los cuatro acusados de la 'Operación Kartero', en la que se desarticuló una banda organizada que introducía droga en España procedente de Colombia y que llegaba oculta en relojes decorativos dentro de paquetes postales. La resolución judicial impone además multas para los cuatro acusados que suman en total 600.000 euros.
Así, Andrés Felipe S.S. ha sido condenado a once años y tres meses de prisión y multa de 300.00 euros. A Alberto G.M. se le ha impuesto nueve años y medio de presión y multa de 100.000 euros y para a Iván R.C., cinco años de prisión y multa de 100.000 euros, la misma pena que para Javier P.R. Además se les condena a cada uno a pagar una cuarta parte de las costas.
La fiscalía solicitaba 51 años de cárcel para los cuatro acusados. En concreto, el Ministerio Público pedía para Andrés F. S. S., la pena de 14 años de prisión y dos multas de 300.000 euros cada una; para Alberto G. M., una pena se cárcel de 13 años y una multa de 100.000 euros; y para Javier P. R., e Iván R. C., 12 años de prisión y multa de 100.000 euros. Por su parte, las defensas pidieron la libre absolución para los cuatro acusados por falta de pruebas.
La Audiencia considera a los cuatro acusados culpables de un delito contra la salud pública por "su realización directa, material y voluntaria". En el caso del cabecilla de la organización, Andrés Felipe S. S., el tribunal admite que "no hay prueba directa de ello" aunque "sí una nutrida prueba indirecta constituida por múltiples hechos indiciarios". Entre los indicios que prueban la culpabilidad del acusado, en la sentencia se menciona el modo de vida del condenado.
Según consta en la sentencia, Andrés Felipe S. S. "no estudiaba ni estaba matriculado en facultad o escuela alguna pese a decir que vino a España a acabar su carrera de ingeniería, ni contaba con ningún medio de vida lícito conocido ", pese a lo que el acusado "pagaba gastos de un piso de Gijón y en Oviedo acudía frecuentemente a pubs, compró un televisor y realizó viajes por Asturias y toda España".
En cuanto a Alberto G. M., la Audiencia considera probado su relación "directa, manifiesta y voluntaria" al ser considerado que era un "punto de conexión" entre los acusados Javier P. R. e Iván R. C. y los destinatarios reales de los paquetes. Según la sentencia, "tan consciente era" de su implicación que "lo primero que hizo cuando fue detenido fue pedir que se avisase de su detención a Javier P. R." en vez de a su familia y al no poder avisar a la citada persona, reclamó un abogado. En el fallo se considera que la participación de este condenado "no fue sólo de un colaborador en hechos puntuales sino central e imprescindible".
Con respecto a los otros dos acusados, Iván R. C. y Javier P. R., el tribunal considera probado que "no sólo aceptaron figurar como destinatarios de paquetes procedentes de Colombia que contenían cocaína sino que además recibieron, tuvieron en su domicilio, abrieron y entregaron a Alberto G.M. los paquetes que contenían cocaína por lo que tuvieron la posesión material y la disponibilidad de esos paquetes". Por ello la Audiencia considera que "cometieron el delito como autores y en grado de consumación".
ACTIVIDAD DE LA BANDA.
La red de distribución de narcotráfico captaba personas dispuestas a recibir los paquetes que contenían la cocaína oculta, a cambio de dinero o de droga, para posteriormente distribuirla. Una vez recibido el paquete, se lo entregaban a los cabecillas, que llevaban a cabo el reparto de la sustancia estupefaciente. Ninguno de los detenidos --tres vecinos de Gijón y un ciudadano venezolano residente en Oviedo--, poseían antecedentes en España.
La investigación de la operación 'Kartero' se inició en el mes de octubre de 2006 cuando agentes aduaneros localizaron un paquete sospechoso. Tras pedir autorización al Juzgado de Instrucción número 14 de Madrid, se acordó la entrega controlada del paquete, que tenía como destino Gijón.
Fruto de este seguimiento, se detuvo el 20 de octubre a Alberto G. M., de 21 años y vecino de Gijón, que acudió a Correos a recogerlo. El paquete contenía 10 relojes decorativos, en cuyo interior se escondía la droga.
Al constatar que había más envíos sospechosos, se realizaron dos nuevas entregas controladas, autorizadas, esta vez, por los Juzgados de Guardia de Gijón. Como consecuencia, se detuvo a los dos destinatarios de estos paquetes, Iván R. C. y Javier P. R., ambos de 24 años y vecinos de Gijón, por supuestos delitos contra la salud pública. Los paquetes eran iguales a los de la primera detención.
Al margen de esta operación, el Grupo de Estupefacientes del Cuerpo Nacional de Policía, tenía ya en el mes de junio conocimiento de que una pareja de sudamericanos se dedicaba a distribuir droga que llegaba de Colombia a través de paquetes postales.
Gracias al intercambio de información entre los tres organismos, los agentes de la Policía de Oviedo detuvieron a uno de los cabecillas de la red de distribución de droga, Andrés F.S.S., de 26 años y vecino de Oviedo. Su compañero se encuentra actualmente en paradero desconocido.
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