Explica que su teléfono ya "no tiene registrada" la hora de la llamada, pero dice que, según el de Quiñones, se produjo "a las 7.43"
SANTANDER, 13 Mar. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla (PRC), ha declarado este lunes ante la Fiscalía, en calidad de testigo, sobre el supuesto 'chivatazo' de la delegada del Gobierno, Ainoa Quiñones (PSOE), con la llamada para informarle de los registros y detenciones en la Consejería de Obras Públicas, en lo que luego se ha conocido como la 'trama de carreteras', algo por lo que Cs ha presentado denuncia, pero que el jefe del Ejecutivo "supone le darán carpetazo porque no tiene ningún sentido".
En declaraciones a los medios de comunicación, Revilla ha "ratificado" ante la Fiscalía lo que ya ha había explicado públicamente en relación a la llamada que recibió de Quiñones la misma mañana en la que se produjo el registro y lo que ella "le dijo" en torno a la operación de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) y la Agencia Tributaria en la Consejería de Obras Públicas.
Respecto a la hora, ha señalado que en su teléfono ya no está registrada porque, según han informado fuentes del equipo del presidente, el dispositivo de Revilla "solo conserva las llamadas de los últimos 9 días" (la operación se produjo el 22 de febrero). Sin embargo, ha precisado que "en el teléfono de ella (de la delegada) sí" y fue "a las 7.43"
Revilla ha insistido en su opinión de que Quiñones "ha cumplido con su obligación de llamar al propietario de una 'casa' cuando van a intervenir, no tirarla a porrazos", aludiendo así a que la Consejería es una dependencia del Gobierno de Cantabria y él es el presidente, con lo que ve "normal que le llamen para decirle que va a entrar la Policía a registrar".
Ha explicado que, tras la llamada, contactó con el entonces consejero, José Luis Gochicoa (PRC) --que ha dimitido por la 'trama de carreteras'--, para indicarle que se ponga "a disposición todos lo medios de apoyo" de la Consejería "para que hagan bien la instrucción".
"Y esto es lo que hay", ha indicado Revilla tras declarar ante la Fiscalía, que ha abierto diligencias de investigación para proceder al esclarecimiento de los ellos en relación a este posible 'chivatazo', que Cs llevó ante la Fiscalía.
"Se supone que me han revelado algún secreto pero qué secreto me van a revelar si cuando me ha llamado a mí la Policía ya estaba dentro", ha enfatizado el presidente, quien no ha podido precisar si cuando se produjo dicha llamada de la delegada los agentes estaban ya dentro de la Consejería efectuando el registro o si, por el contrario, en ese momento aún estaban cercando su exterior. "Yo allí no estaba", ha dicho.
Revilla ha indicado que, aunque "no entiende mucho de esto", "supone" que a la denuncia contra la delegada del Gobierno "le darán carpetazo porque no tiene ningún sentido.
El presidente de Cantabria ha acudido al complejo judicial de Las Salesas a primera hora de la mañana. Según el Gobierno, Revilla ha llegado a las 8.30, si bien otras fuentes de los juzgados indican que ha acudido antes, sobre las 7.55 u 8.00.
Por otra parte, fuentes de la Delegación del Gobierno no han aclarado si Quiñones ya ha declarado ante la Fiscalía por estos hechos y, preguntado sobre ello, Revilla ha afirmado que "no tiene ni idea" sobre si ya lo ha hecho.
Revilla, que ha acudido acompañado de su jefa de prensa y de la consejera de Presidencia y Justicia, Paula Fernández, ha salido de las dependencias judiciales sobre las 8.55 horas (unos minutos antes de que se abra a las 9.00 el horario de atención al público en Las Salesas) y ha hecho estas declaraciones a los medios de comunicación allí presentes, antes de abandonar en su vehículo oficial Las Salesas para acudir a la cita que hoy, a las 12.00, tenía con el lehendakari Iñigo Urkullu, y los presidentes de Galicia y Asturias, Alfonso Rueda y Adrián Barbón, en Vitoria para compartir iniciativas sobre asuntos de "interés común" de los territorios atlánticos.
Precisamente ha vuelto a referirse a su declaración ante la Fiscalía durante la comparecencia que ha ofrecido más tarde junto a sus homólogos de las comunidades vecinas para dar cuenta de lo que han abordado en su reunión. Nuevamente, a preguntas de la prensa ha reiterado que no tiene "nada que ocultar" y que Quiñones tenía "la obligación" de darle ese aviso.
"Me parece que es lo que tiene que hacer una institución a otra a la que se va a entrar con cuerpos de seguridad del Estado e inspectores de Hacienda", ha defendido, señalando que su declaración ha sido "muy breve, de cuatro minutos".
Como ha señalado en Vitoria, aunque "no recordaba" la hora de la llamada de la delegada ya la han comprobado "a través de los teléfonos" y demuestra que "en ningún momento pudo haber ningún tipo de intromisión para variar el ritmo de investigación" porque cuando se produjo "ya estaban los cuerpos de seguridad en la puerta" de la Consejería.
"Creo que la delegada del Gobierno ha tenido no solamente la atención, sino la obligación, de avisar al propietario de una instalación que iba a ser allanada previa entrega de la orden judicial", ha repetido, añadiendo que tras esa llamada él, como presidente, puso "todos los medios" que tiene el Ejecutivo a disposición de los investigadores "para facilitar que pudieran inspeccionar despachos, ordenadores, incluso con personal informático, etcétera".
