Mario Esquivel En La Comparecencia
EUROPA PRESS
Actualizado: miércoles, 8 febrero 2012 15:58

SANTANDER, 8 Feb. (EUROPA PRESS) -

El exconsejero delegado y director general de GFB, Mario Aniceto Esquivel, ha afirmado este miércoles que Fermacell es la única compañía que puede retomar el proyecto de la fábrica de Orejo. "Obviamente se la quiere quedar por nada, es una ganga, pero es el único que puede sacar adelante el proyecto porque tiene los técnicos y conoce el mercado", ha subrayado.

Ha dicho que no hay "nadie mejor" que el grupo alemán Xella, a través de su filial Fermacell GmbH, el principal productor mundial de fibroyeso, para retomar el proyecto de GFB, en el que "desde el primer día" se ha trabajado "de forma profesional, clara y transparente", y en el que se ha tratado de "hacer lo mejor" conociendo que el 30 por ciento de la inversión era con fondos públicos del Gobierno de Cantabria. De hecho, ha afirmado que "el 95% de las cosas han salido bien".

En este sentido, ha subrayado que "aquí no hay culpables" y ambos socios (Gobierno regional y Euroamérica) "se ven perjudicados" por un proyecto cuya única razón para no salir adelante ha sido "el tema económico". En concreto, la crisis y que "no llegaron" los seis millones necesarios para poner en marcha la factoría ya que la Administración regional "no los pudo poner por la razón que tuviera" y el socio mayoritario "no los pudo conseguir".

Al respecto, ha atribuido parte del fracaso del proyecto a que no se consiguieron las subvenciones que había comprometido el Gobierno, del 20%, correspondientes a 13,6 millones, y que se quedaron en el 4 por ciento (2,6 millones).

"Pero hay una fábrica de primer orden y no dudo de que el proyecto va a arrancar algún día. Y es que ahora, con Fermacell, nadie mejor que esta compañía para retomar el proyecto", ha defendido Esquivel durante su comparecencia en la comisión parlamentaria de investigación de GFB.

En este sentido, ha explicado que Euroamérica ha mantenido contactos con la alemana, que comenzaron en 2006, porque estaba "interesada" en la planta de Orejo y "muy interesada" en el mercado español. "Ha habido gran interés y cierta intención de comprar la fábrica o ser socios", ha precisado, pero desconoce por qué no fructificaron esos encuentros.

Aunque ha matizado que "valorar una compañía es difícil" y que GFB vale "muchos millones" (entre 85 y 89, ha cifrado), de los que la oferta alemana actual (14,5 millones) representa "la quinta parte", ha señalado que el problema de un proceso de liquidación es que "una empresa que no ha arrancado en teoría no vale nada; valen los activos". "Y una maquinaria sólo para un uso determinado, que no se puede vender por partes ¿cuál es su valor, lo que cueste en chatarra?", ha planteado, subrayado que le parece "muy interesante" que Fermacell tenga interés en GFB porque "ve el valor de ese activo".

"14,5 millones puede ser una cifra baja pero con eso, además de otros 15 millones en capital de trabajo y dinero para arrancar, no sé qué decirles. No soy quién para valorarlo pero 14,5 millones no lo veo mal", ha declarado.

Sí ha reconocido que GFB se quedaría "sin nada" y que esta empresa "no lo ve del todo bien". Por eso le "consta" que Sebastián Tena intentará "hasta el final" salvar la fábrica, como ha hecho "lo imposible" por sacar adelante este proyecto, en el que tiene "mucho dinero que perder".

MAQUINARIA

En relación a la maquinaria, ha considerado que han sido "tremendas" las críticas que ha recibido, de obsoleta, chatarra, etcétera, cuando es "de primera generación" y para un producto novedoso como el fibroyeso, del que sólo hay diez fábricas en el mundo, "cuatro o cinco" de Fermacell, quien no dispone del tipo de maquinaria que hay en Orejo, motivo por el cual pretende la factoría.

Ha precisado que, dado que la maquinaria tiene diez años, habrá alguna depreciación contable pero "obsolescencia ninguna: es nuevo lo que hace y no hay otra línea de producción", ha destacado, afirmando que "mecánicamente es lo último". FALTA DE DINERO

El exdirector general, que ha subrayado que él ha "dado la cara" y ha estado "hasta el final en este lío" porque quiso renunciar en 2009 pero le pidieron que continuara como administrador, lo que hizo hasta octubre de 2010, a preguntas del portavoz regionalista, Rafael Pérez Tezanos, ha indicado que el proyecto de GFB comenzó a deteriorarse por falta de dinero en 2007, cuando la fábrica estaba "prácticamente acabada, al 95%".

En su opinión, lo "lógico" ante los problemas económicos es que ambos socios hubieran aportado "lo que se necesite". Al respecto, ha matizado que no se puede exigir al Gobierno de Cantabria, con el 30% de la sociedad, que pusiera el 50% de los fondos.

Además, ha continuado, con el cambio en la Consejería de Industria, que pasó a estar liderada por Javier del Olmo, empezaron a producirse "diferencias de opinión" entre Euroamérica y Sodercan.

No obstante, ha asegurado que los representantes del Gobierno de Cantabria han mantenido con Euroamérica una relación "correcta y profesional". Al hilo, también ha subrayado que "en ningún momento ha habido negligencia", ni malversación de fondos públicos. "Este tema se trató desde el principio de forma muy profesional y transparente, y para nada se ha hecho un mal uso de los fondos, ni ha habido corrupción ni nada de eso", ha remarcado.

Aunque en un principio, a preguntas de Pérez Tezanos, ha negado que él haya hecho o recibido regalos del o al Gobierno (incluidos unos gemelos de oro, de los que no tiene "ni idea"), ha reconocido, al ser preguntado por la portavoz 'popular', María Antonia Cortabitarte, que en 2004 y 2005 GFB obsequió con cestas de Navidad al expresidente regional, Miguel Ángel Revilla, y a la exvicepresidenta, Dolores Gorostiaga, entre otros, como hace "cualquier empresa".