TOLEDO, 20 Jun. (EUROPA PRESS) -
Unos 700 mayores han participado durante el presente año en los cursos de informática y nuevas tecnologías promovidos por la Obra Social de Caja Castilla La Mancha (CCM), que se han llevado a cabo en Toledo, Talavera de la Reina y Tomelloso (Ciudad Real). Esta actividad, itinerante, ha tenido una buena acogida en la región.
En declaraciones a los medios, con motivo de la entrega de 165 diplomas en el Palacio de Benacazón de Toledo, Javier Moreno, responsable de Cultura de la Obra Social de la Caja Castilla La Mancha, explicó que es la segunda entrega de diplomas que se lleva a cabo en la capital regional a lo largo del presente semestre.
Con el acto, la Obra Social, clausura una experiencia novedosa que lleva ya un año desarrollándose. Según Moreno, CCM se ha embarcado en un proyecto muy sencillo, pero que supone un reto, puesto que lo que pretende es romper con la brecha digital, "barrera que impide a personas de determinada edad acceder a la Sociedad de la Información, a través de las Nuevas Tecnologías.
A su juicio, los cursos impartidos en tres ciudades han tenido una respuesta "estupenda y excelente". "Es una satisfacción para nosotros el que podamos contribuir de alguna manera a que los mayores se integren en esta sociedad, en la que demandamos estar al día de las nuevas tecnologías", comentó.
Actualmente existen tres equipos funcionando, distribuidos en distintos lugares, y estos tres equipos van a ir itinerando según la demanda y necesidad que vaya surgiendo. Por su parte, Federico Campoy, responsable del proyecto, adelantó que los cursos de informática llegarán en próximas ediciones a Cuenca y Albacete.
Los requisitos para poder participar en dichos cursos son ser cliente de la Caja, ser mayor de 55 años, o bien tener la pensión domiciliada. La respuesta "ha sido masiva", por lo que los turnos se han tenido que ampliar a cuatro. "La gente viene con muchas ganas de aprender. Ha sido una escuela de humanidad", afirmó Campoy.
PRIMERA DIFICULTAD: EL MIEDO.
Seguidamente, manifestó que la primera dificultad con la que se encuentran los mayores es el miedo, pero en el momento en el que superan esta barrera, y el clima en familia les ayuda, "disfrutan como niños". En los cursos participan más mujeres que hombres.
Alfonso López Blanco, jefe de Zona de Toledo, se mostró encantado de la aceptación que ha tenido el curso y explicó que lo que diferencia a las cajas de ahorro de los bancos "es que revertimos parte de los beneficios que obtenemos en actividades culturales, formativas, sociales, o asistenciales", concluyó.
