VALLADOLID, 8 Nov. (EUROPA PRESS) -
El director del Instituto Universitario de Oftalmobiología Aplicada (IOBA), José Carlos Pastor, confirmó que el centro está a la espera de obtener la patente sobre cuatro dispositivos y sistemas destinados a prevenir o corregir diversas enfermedades oculares y que son el resultado de investigaciones dirigidas o integradas por miembros del Instituto en colaboración con otros organismos nacionales especializados.
En declaraciones a Europa Press, Pastor explicó que estos cuatro proyectos están siendo analizados por la Oficina Española de Patentes y Marcas, dependiente del Ministerio de Industria, aunque aseguró que el paso más importante es despertar el interés de las compañías multinacionales para que secunden las iniciativas y materialicen estos sistemas y dispositivos para su aplicación práctica.
Una de esas patentes son unas gafas cuyos cristales cambian automáticamente de color para adaptarse a las características visuales del usuario. Según indicó Pastor, estas gafas funcionan con una tecnología basada en filtros electrocrómicos que permite que cambien el tono rápidamente en cuanto el paciente lo solicite pulsando un botón.
"No son como las gafas que se oscurecen con la luz del sol sino que responden a estímulos eléctricos. Es una gran ventaja porque una persona que tiene un problema visual y lleva una gafa que cambia con la luz solar tiene que esperar un tiempo para ver de forma adecuada cuando entra en un sitio oscuro. Este sistema en cambio permitiría un cambio instantáneo en cuanto el usuario necesite adaptar el color del cristal.
El equipo que ha presentado esta patente trabaja ahora en integrar una mini tarjeta de memoria dentro de la gafa para individualizar cada una de ellas y permitir que se adapten a las características específicas del paciente.
El proyecto ha sido diseñado por un grupo de investigadores del IOBA en colaboración con el Grupo de Displays y Aplicaciones Fotónicas (GDAF) de la Universidad Carlos III de Madrid y el Centro de Tecnologías Electroquímicas (CIDE-TEC).
LENTE MEDIDORA
Por otra parte, el IOBA espera la decisión sobre una lente de contacto con capacidad para medir la presión intraocular "principalmente útil en personas con glaucoma", una afección ocular tratada "muy a menudo" en el Instituto y originada por el aumento de esta presión y que lentamente provoca lesiones irreversibles en el nervio óptico, complicadas de detectar y difíciles de controlar debido a las fluctuaciones de los niveles de presión a lo largo del día.
Se trata de una lente con un sistema integrado que permite registrar la presión intraocular de forma no invasiva monitorizando al paciente, que podría hacer una vida normal y no tendría que someterse a las comprobaciones directas sobre el ojo como se hace actualmente, explicó Pastor.
Este trabajo está impulsado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), del mismo modo que la tercera de las patentes solicitadas, en la que también colaboran el Instituto de Química-Física Rocasolano, el de Óptica y el IOBA.
Se trata de un nuevo método de detección de patógenos oculares, infecciones por amebas y hongos que cuando se presentan pueden llegar a comprometer seriamente la visión. "Es un sistema relacionado con determinados gérmenes que pueden teñir y permitir identificarlos de forma mucho más rápida que las muestras actuales que hay que cultivar durante 24, 48 o 72 horas", precisó.
DESPRENDIMIENTO DE RETINA
El último proyecto impulsado por el Instituto vallisoletano es un sistema para "predecir y tratar precozmente" algunos riesgos de la operación de desprendimiento de retina en los que desempeña una función relevante la composición genética del paciente.
La Vitreoretinopatía Proliferante (VRP) es la principal causa de fracaso en este tipo de cirugías, una patología que puede incluso provocar ceguera si se interviene al paciente en un corto plazo de tiempo.
Todos los esfuerzos destinados a predecir esta enfermedad se han basado en el análisis de las características clínicas de los pacientes y han producido resultados contradictorios y no concluyentes. Sin embargo, el análisis de las características genéticas de los pacientes ha permitido identificar "probablemente una de las causas de gran parte de los fracasos en la prevención y tratamiento de la enfermedad", apuntaron desde el IOBA.
En este proyecto han participado los hospitales Pío del Río Hortega y Clínico Universitario de Valladolid, el Hospital Donostia de San Sebastián, el Vall d'Hebrón y la Clínica Barraquer de Barcelona, la Clínica Vissum de Alicante, el Hospital Reina Sofía de Córdoba y la Fundación Galega de Medicina Xerómica, CIBERER de la Universidad de Santiago de Compostela.
