VALLADOLID, 22 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) criticado las "pésimas e indignas" condiciones térmicas que soportan cada día los empleados y usuarios del Archivo Histórico Provincial de Valladolid, convertido, con la llegada del frío, en una "nevera" con temperaturas en las salas entre once y 14 grados.
Se trata de temperaturas muy por debajo de los mínimos legales exigidos en lugares de trabajo cerrados, por la normativa de prevención de riesgos laborales, que establece un ambiente entre 17 y 27 grados para tareas sedentarias, ha explicado la organización en un comunicado recogido por Europa Press.
De esta forma, el Archivo "incumple" esta exigencia básica, por lo que la Administración "debe tomar medidas urgentes y dar una solución real a este suplicio inasumible", ha reclamado CSIF.
En este sentido, la organización ha señalado que el origen del problema es un sistema de calefacción "totalmente obsoleto, que acumula averías continuas y reparaciones temporales que apenas resisten unas semanas".
Las piezas de la caldera son ya "imposibles de encontrar y cualquier actuación es un parche que no resuelve la situación", ha lamentado la organización, que ha detallado que el invierno pasado se intentó paliar la situación con calefactores portátiles, pero su uso simultáneo provocaba cortes eléctricos por sobrecarga, lo que dejaba sin luz a varias dependencias del edificio.
Los once trabajadores del centro temen que la instalación de la nueva caldera comprometida por la Junta vuelva a retrasarse 'sine die', obligándoles --junto a los cerca de 100 usuarios diarios entre investigadores, turistas y estudiantes-- a permanecer en unas condiciones térmicas "heladoras, incompatibles con la salud y con una atención de calidad".
CSIF también ha criticado que el jueves la Junta realizó una medición de las temperaturas del edificio, pero no a primera hora, para así evitar medir temperaturas demasiado bajas, y sin la presencia de los delegados de prevención de riesgos laborales, que estaban en otra actividad de prevención.
Por otra parte, CSIF ha apuntado al "grave deterioro estructural" del Palacio de los Vivero, un edificio que lleva más de 30 años sin pintar, presenta ventanas rotas, un balaustre podrido, mobiliario deteriorado y múltiples desperfectos que evidencian un "abandono injustificable en un inmueble que alberga documentación histórica de incalculable valor".