La falta de libertad y la ausencia de derechos para la mujer en el país encuentra reflejo en esta propuesta metacinematrográfica
VALLADOLID, 26 Oct. (EUROPA PRESS) -
La 67 Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci) ha acogido este miércoles la presentación de 'No Bears', del multipremiado director iraní Jafar Panahi, que desde el pasado mes de julio se encuentra encarcelado en su país con una condena de seis años por "colusión contra la seguridad nacional y propaganda contra el sistema".
En la cinta, que consiguió el Premio Especial del Jurado en la Mostra de Venecia, Panahi borda la tragedia que soporta Irán por la falta de libertad que impone el régimen de los ayatolás y su propio drama personal previo a su reclusión, cuando ya tenía prohibido salir del país.
'No Bears', protagonizada por el propio director interpretándose a sí mismo, narra los padecimientos del realizador por dirigir a distancia un rodaje en Turquía debido a esa imposibilidad de abandonar Irán. Para intentar facilitar la cuestión, se traslada de Teherán a un pequeño pueblo en la frontera donde, sin embargo, la falta de cobertura móvil hará a un más complicado su trabajo.
Para colmo, su presencia y un malentendido a cuenta de una foto amenazarán con provocar un estallido violento en la aldea a cuenta de una historia de amor entre dos jóvenes, con la situación de represión de fondo que vive el país siempre presente.
En paralelo, el rodaje de la película en Turquía se ve también condicionado por otra relación sentimental, en este caso de dos actores que han huido del país persa, donde han sufrido torturas y arrestos, y que anhelan viajar al corazón de Europa para tener una vida mejor y más libre.
Esta trama dibujada por Panahi, quien firma el guión y ha producido la película, refleja la moralidad impuesta por el régimen, las tradiciones que constriñen o anulan los derechos de las mujeres, el recelo del medio rural hacia los valores predominantes en la ciudad, las represalias adoptadas contra las protestas de los estudiantes o el papel inquisitorial de la Guardia Revolucionaria para mantener atemorizados a los ciudadanos.
TRADICIONES Y REPRESIÓN
Entre esas tradiciones, el director refleja en su obra la costumbre en su pueblo de acogida de obligar a las mujeres a casarse con aquel hombre que les quite el velo, cuestión la de esta prenda de rabiosa actualidad en el país, o la concertación de matrimonios en el mismo momento de su nacimiento a través de la ofrenda de su cordón umbilical a aquel que vaya a ser su esposo.
Especial fuerza cobran en la película diálogos como el que Panahi mantiene con un joven del pueblo expulsado de la universidad por participar en las protestas contra el régimen y que replica al director la inutilidad de utilizar las palabras contra el régimen.
Jafar Panahi (Mianeh, Irán, 1960) ya se alzó en la 48 Seminci (2003) con la Espiga de Oro por 'Sangre y oro', galardón que compartió con el afgano Saddiq Barmak por 'Osama'. El realizador es diplomado en Dirección por la Escuela de Cine y Televisión de Teherán y comenzó su carrera realizando cortometrajes documentales y de ficción para la televisión irání.
Fue ayudante de Kambuzia Partovi en 'El pescado', y de Abbas Kiarostami en 'A través de los olivos', antes de dirigir su primer largometraje, 'El globo blanco', proyectado en la Sección Oficial de la 40 Semana.
Emblema de la nueva ola del cine iraní, tras dirigir 'El espejo' (1997) y 'El círculo' (2000). Sus películas han recibido galardones como el León de Oro en Venecia ('El círculo'), el Oso de Oro en Berlín ('Taxi Teherán', 2015) o el premio al mejor guión ('Tres caras', 2018) en Cannes, entre otros muchos.
Los actores Naser Hashemi, Vahid Mobaseri, Bakhtiar Panjei, Mina Kavani, Narjes Delaram, Reza Heydari y Javad Siyahi conforman el reparto de esta producción de 107 minutos de duración que cuenta con Amin Jafari al frente de la fotografía; Amir Etminan en el montaje, y Mohammadreza Delpak, Abdolreza Heydari e Iman Baziyar en el sonido.
La proyección de 'No Bears' ha ido precedida en Seminci por el cortometraje lituano 'Cherries', que ha recibido tímidos silbidos y pateos por parte del público del Teatro Calderón.
