SALAMANCA, 25 Jun. (EUROPA PRESS) -
Funcionarios del Centro Penitenciario de Topas (Salamanca) han sorprendido a un interno, que regresaba a la cárcel después de un permiso, con medio kilo de hachís, tres gramos de cocaína y una tarjeta Micro SD, que llevaba dentro del cuerpo.
Los trabajadores tuvieron conocimiento sobre los planes del interno, clasificado en segundo grado y quien hasta la fecha había disfrutado de varios permisos "sin que se registrara ningún incidente", según la información facilitada por la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias y recogida por Europa Press.
A partir de la información obtenida por el Grupo de Control, funcionarios del centro pusieron en marcha un operativo para impedir que cumpliera su plan de introducción y distribución de la droga en el interior de la prisión.
A su regreso de permiso, y a requerimiento de los funcionarios, el interno entregó una parte de la droga.
A continuación, con la autorización judicial, se le practicó en el hospital un examen radiológico que permitió comprobar que portaba más objetos dentro de su cuerpo.
Bajo control médico, terminó expulsando todos los envases que llevaba, concretamente 49 bellotas de hachís, dos envases con tres gramos de cocaína y una tarjeta Micro SD.
Tras expulsar las sustancias y objetos prohibidos, el interno ha pasado a estar "en observación y estrecha vigilancia" de funcionarios y equipo sanitario.
