Archivo - Sede del TSJCyL en Burgos. - EUROPA PRESS - Archivo
VALLADOLID 5 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ha confirmado en todos sus términos la condena de cuatro años de cárcel recaída en un varón por agresión sexual a una niña de 13 años a la que abordó en mayo de 2024 en una calle de Valladolid y fingiendo que conocía a su madre aprovechó para tocarle los pechos y los genitales por encima de la ropa.
En su sentencia, la Sala de lo Civil y Penal del TSJCyL, con sede en Burgos, desestima el recurso del condenado y confirma el fallo de primera instancia dictado el pasado mes de junio por la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial que, amén de los cuatro años y un día de prisión por delito de agresión sexual a menor de 16 años, con la agravante de reincidencia, impuso la prohibición de aproximarse a menos de 500 metros a la víctima, su domicilio, lugar de trabajo o de estudios, en su caso, u otros que frecuente, y la de comunicarse con ella por cualquier medio, todas ellas durante seis años, según la información del Gabinete de Prensa del Alto Tribunal Castellanoleonés recogida por Europa Press.
También se le inhabilitó para el ejercicio de empleo, cargo público, profesión u oficio, sea o no retribuido, que conlleve contacto regular y directo con menores de edad y personas con discapacidad por tiempo de siete años y fue privado de la patria potestad o la inhabilitación especial para el ejercicio de los derechos de la misma, tutela, curatela, guarda o acogimiento, por tiempo de cuatro años, y todo ello junto con libertad vigilada durante dos años, a partir del cumplimiento de la condena, y, en concepto de responsabilidad civil, el pago a la víctima de 1.500 euros en concepto de daño moral.
En los hechos probados figura que el condenado, con antecedentes penales computables a efectos de reincidencia--tiene en su haber otra condena de la Audiencia Provincial por hechos similares--comenzó a seguir por la calle a una niña de 13 años el día 10 de mayo de 2024 cuando caminaba por un paseo de Valladolid de la ciudad y llegó a acercarse a la misma y entablar conversación.
Le dijo que conocía a su madre, que le había dicho que no abriera las piernas, para a continuación, con ánimo lascivo, arrinconar a la menor contra la cristalera de un establecimiento comercial y comenzar a tocarla de forma reiterada los pechos y los genitales por encima de la ropa, dándola palmaditas, sin cesar de hacerlo hasta que hizo acto de presencia un amigo que la menor estaba esperando.
Con posterioridad, el día 3 de junio la menor iba andando por la calle con una prima suya de cinco años y se percató de que la estaba siguiendo el acusado, por lo que se acercó hasta un supermercado, lugar al que entró pidiendo ayuda al vigilante de seguridad, tras lo cual el empleado llamó a la policía.