ZAMORA, 12 Ene. (EUROPA PRESS) -
La ciudad de Zamora ha emprendido el camino para conseguir el sello de Paisaje Cultural que ofrece la UNESCO. Un marchamo asociado al Patrimonio Mundial, pero que trasciende lo meramente arquitectónico e histórico que caracteriza a las ciudades Patrimonio de la Humanidad.
El alcalde, Francisco Guarido, y el concejal de Turismo, Christoph Strieder, han presentado este martes el proyecto en el Ayuntamiento de Zamora, donde han desvelado que la capital lleva "desde el año 2016" trabajando "mano a mano" con la Junta de Castilla y León para la elaboración del documento que derive en la candidatura.
La propuesta de Zamora abordará "la relación de los ciudadanos con el entorno a lo largo de los siglos", como ha indicado Strieder. Para ello, el Ayuntamiento ha tomado la lista de criterios de evaluación del Valor Universal Excepcional de la Unesco, sobre la que trabajará para documentar cada uno de los diez puntos.
La candidatura zamorana centrará su discurso en diferentes etapas de la historia. Así, pondrá de relieve las fases geológicas que han transformado la capital a lo largo de la historia y que a día de hoy todavía son visibles en diferentes puntos, como en el bosque de Valorio.
Asimismo, abordará uno de los puntos clave de la Unesco, como es el de "atestiguar un intercambio de valores humanos considerable durante un periodo concreto". Esto lo hará centrando su discurso en la relación entre cristianos y musulmanes en la frontera del río Duero entre los siglos IX y XIII.
Por otra parte, Zamora se aprovechará del románico para centrar el criterio relativo a "ser un ejemplo representativo de un tipo de construcción o de conjunto arquitectónico". La ciudad con mayor número de templos románicos de Europa pondrá negro sobre blanco su impronta en la creación de la denominada "industria del románico" en el viejo continente.
A todo ello, el Ayuntamiento de Zamora añadirá las particularidades del ahora denominado sector primario y que a lo largo de los siglos ha definido la manera de entender la agricultura y la ganadería, así como el uso de las cañadas.
Christoph Strieder ha aclarado que el proyecto "es a medio plazo" y que los resultados de la candidatura podrán comenzar a aflorar en un plazo de tres o cuatro años. "Si en algún momento de este proceso el camino se tuerce, lo que habremos ganado es el conocimiento de la ciudad para poder proteger nuestro patrimonio de cara al futuro", ha indicado.
