BARCELONA 13 Feb. (EUROPA PRESS) -

Un equipo de científicos de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) y el Instituto de Investigación y Tecnologías Agroalimentarias (Irta) de la Generalitat comparan en una investigación los efectos sobre los alimentos en función del tipo de abono que se utiliza en su cultivo, ya sea compost casero, compost industrial o fertilizantes minerales

El trabajo, que forma parte de un proyecto más amplio financiado con fondos de la Unión Europea (UE), quiere testar la eficacia del uso del compost casero en la horticultura, una iniciativa con la que se aspira a reducir el impacto que tiene la generación de residuos.

El investigador del grupo de Sostenibilidad y Prevención Ambiental (Sostenipra) de la UAB, Xavier Gabarrell, ha señalado que confían en tener los primeros resultados de la prueba piloto a finales de 2011, después de que en las próximas semanas se inicie la plantación de escarolas en un terreno de una hectárea de extensión.

El cultivo de la finca, ubicada en Santa Susanna (Barcelona), servirá así para contrastar las diferencias en el ciclo de vida de las plantas en función del abono que reciben, y el proyecto tiene previsto también contabilizar el gasto en energía que requiere cada proceso, así como la emisión de dióxido de carbono equivalente.

El análisis de las cargas ambientales generadas y evitadas permitirá "poner en valor el producto alimentario", ha señalado Gabarrell, que ha recordado que también están comparando la calidad del compost casero de cerca de 40 familias, para valorar si existen muchas diferencias entre uno y otro en el momento de su aplicación.

El proyecto 'Zero Waste' cuenta con la participación de otros países de la Unión Europea (UE) como Grecia, Italia, Francia y Eslovenia, y en el caso de la UAB también se trabaja en la elaboración de fichas de buenas prácticas sobre diversos métodos de recogida de residuos --el puerta a puerta, la división en cinco contenedores y el pago por generación--.