Andorra presenta candidatura para ser patrimonio de la Unesco por la trashumancia

El Principado reconoció la trashumancia como bien inmaterial en diciembre del 2020

ENCAMP (ANDORRA), 7 (EUROPA PRESS)

Andorra ha presentado, junto con otros nueve países, la candidatura de ampliación para formar parte del Patrimonio cultural inmaterial de la 'Trashumancia, movimiento estacional de manadas' de la Unesco, según ha explicado el Gobierno andorrano en un comunicado este jueves.

La trashumancia fue reconocida por la Unesco como Patrimonio cultural inmaterial en 2019 a propuesta de Austria, Grecia e Italia, y ahora se presenta una candidatura de ampliación con la cual se quieren añadir otros siete países, entre ellos España, Francia y Andorra.

Así, serían diez los países que formarían parte de ese patrimonio cultural: Albania, Andorra, Austria, Croacia, España, Francia, Grecia, Italia, Luxemburgo y Rumania.

Se trata de países que "comparten la voluntad de salvaguardar esta práctica ancestral y que tiene, todavía hoy, un rol fundamental en la preservación de los paisajes y la biodiversidad", ha afirmado el Gobierno.

LA CANDIDATURA ANDORRANA

En Andorra, la trashumancia se incluyó como bien inmaterial mediante decreto el 2 de diciembre del 2020, y partir del 10 de diciembre de aquél mismo año se sumó a los trabajos para hacer extensiva la inscripción de la Unesco.

El Departamento de Patrimonio Cultural de Andorra ha coordinado los trabajos técnicos para la elaboración de las partes del dossier de candidatura correspondientes al Principado, con la colaboración del Departamento de Agricultura, de la Asociación de Agricultores y Ganaderos de Andorra (APRA), y el apoyo del Ministerio de Asuntos Exteriores.

Asimismo, se ha informado de los avances que se producían a la Comision Nacional Andorrana para la Unesco (CNAU).

La inscripción en la lista representativa del Patrimonio cultural inmaterial es una medida "de salvaguarda que implica el reconocimiento de una práctica tradicional que favorece el desarrollo sostenible, promueve el bienestar animal y la producción de productos de proximidad y ayuda a la protección de los espacios naturales", ha defendido el Gobierno de Andorra.

El Ejecutivo ha apostado por llevar a cabo acciones para asegurar el reconocimiento social de esta práctica y "hacerla atractiva a las generaciones más jóvenes, poniendo en valor el trabajo de los ganaderos y remarcando los beneficios ambientales que se derivan".

La candidatura ha contado con la implicación del sector, "que es quien hace posible la pervivencia de la trashumancia al país", y con el apoyo, a parte del Gobierno, del Comú de Canillo, la Asociación de Cultura Popular de Ordino, y del que fue el veterinario del Consell General y director del departamento de Agricultura, Casimir Arajol.

En su conjunto, la candidatura de ampliación de la inscripción de la 'Trashumancia, movimiento estacional de manadas' ha sido coordinada por España y Francia, y fue firmada en París el 24 de marzo por parte de los embajadores de los estados implicados.

El dossier se entregó telemáticamente el pasado 30 de marzo y el dossier físico se entregará próximamente, según informa el Ejecutivo andorrano.

La decisión sobre la ampliación de la inscripción se tomará en la reunión del Comité de la Convención para la salvaguarda del patrimonio inmaterial prevista a finales del 2023.

LA TRASHUMANCIA EN ANDORRA

La agricultura y la ganadería han sido las principales actividades económicas del Principado "desde tiempos inmemoriales hasta la mitad del siglo pasado", y el desarrollo de estas actividades estaba relacionado con los ciclos naturales propios de un territorio de montaña, en medio de los Pirineos.

La trashumancia de ganado se ha practicado tanto dentro del territorio andorrano, para aprovechar los pastos de alta montaña en verano --trashumancia vertical--, como moviendo las manadas hacia los planos de territorios vecinos de España y Francia, conocida como trashumancia horizontal.

Esta práctica ganadera ha dejado un "legado" en el país en forma de patrimonio arquitectónico, con construcciones propias como cabañas de pastor, casas rurales y otras de piedra seca, y cultural vinculado a la producción agraria y ganadera, como son los actos de bendición del ganado.