BARCELONA 10 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Ayuntamiento de Barcelona aseguró hoy que no le consta haber recibido las cartas que Jordi Montull, mano derecha de Fèlix Millet, envió a representantes municipales para informarles del traspaso de los derechos del hotel de lujo del Palau de la Música a Olivia Hotels, propiedad de un vocal del Palau, afirmó hoy el cuarto teniente de alcalde de Urbanismo y Régimen Interior, Ramon García Bragado.
Según la nueva querella del fiscal, tras la cesión de derechos y obligaciones sobre los terrenos donde se proyectó el hotel entre la Fundació y Olivia Hotels, Jordi Montull se comunicó por carta con Ramon Massaguer, gerente de Urbanismo del Ayuntamiento y, también con el entonces primer teniente de alcalde, Carles Martí, para informarles.
"Las cartas no las tenemos, las hemos buscado, las estamos buscando en este momento, y no las hemos encontrado; y por ello el gerente de Urbanismo ha dicho que no tenemos constancia de su recepción", afirmó Bragado en la Comisión de Urbanismo, Infraestructuras y Vivienda, después de que en la misma comisión Massaguer afirmase que "no han tenido entrada en registro del Ayuntamiento en ningún momento".
Según la información que se desprende de la correspondencia facilitada por la actual dirección de la Fundación Orfeó Català-Palau de la Música, las cartas están fechadas el 16 y 17 de julio de 2007 respectivamente, la misma semana en que se firmaron las escrituras --12 de julio-- que se refieren a los números 13b, 15 y 17 de la calle Sant Pere Més Alt, donde se proyectó el hotel.
"Es evidente que existen y que el Fiscal las tiene", admitió Massaguer, aunque insistió en que las cartas no entraron a Urbanismo, Servicios Centrales ni al Distrito de Ciutat Vella. Bragado añadió que el Ayuntamiento podría haber ido al registro a comprobar la titularidad pero no lo hizo, y confió "en quien actuaba como promotor", ya que en los acuerdos se mantenía al Palau como propietario, y "los propios interlocutores pensaban que lo eran".
Lo dijeron en una comparecencia sobre el hotel a instancias del PP, en que Bragado consideró que la tramitación urbanística no supone una situación irreversible, y reiteró que deberán sentarse el Palau, el Ayuntamiento y la Generalitat, que era propietaria del edificio del número 1 de la calle Ciutat con el se hizo una permuta para poder construir un hotel en las fincas de Sant Pere Més Alt, que deben recuperar la calificación de equipamiento, afirmó el responsable de Urbanismo.
ERC PIDE ASUMIR EL "ERROR"
Los grupos reclamaron explicaciones a Bragado y situaron en su punto de mira posibles irregularidades. Ricard Martínez (ERC) constató que "había demasiado interés en el hotel" y reclamó a Bragado que asuma que hubo un error. "Se cometió un error, y lo que pedimos como mínimo es que lo reconozcan", insistió el edil de ERC, cuya formación y los vecinos fueron los únicos que habían rechazado el proyecto antes de estallar el caso Millet.
Martínez también se preguntó si "tanta falta hacía" construir otro hotel en Ciutat Vella en una calle que se preveía peatonal, y densificar más una zona cuando el Gobierno municipal puso coto a los hoteles en el distrito, un dardo que lanzó para el líder de ICV-EUiA, Ricard Gomà, que también es segundo teniente de alcalde de Acción Social y Ciudadanía.
Gomà constató que en un principio no aprobaron el hotel, pero luego vieron que "valía la pena" tras el proceso participativo que lideró la ex concejal de Ciutat Vella Itziar González, que obligó a hacer un proyecto "que no tenía nada que ver", y que era respetuoso con el entorno y las condiciones culturales.
PP Y CiU VEN IRREGULARIDADES
El concejal del PP Alberto Villagrasa consideró que el expediente urbanístico ha tenido "irregularidades importantes, a favor de los intereses de Millet", y advirtió de que debe darse el mismo tratamiento a cualquier persona física o jurídica, "sea quien sea".
Para Eduard Freixedes (CiU), es un expediente "mal llevado", y dijo que está claro que en la Conselleria de Economía y en el Ayuntamiento "las cosas no se hicieron bien". Reclamó que cuando se tramiten expedientes en el futuro se compruebe quien es el propietario.