BARCELONA, 3 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Ayuntamiento de Barcelona recurrió el 23 de mayo una sentencia que desestimaba un recurso del consistorio por la construcción de un edificio en los números 9-11 de la calle Almeria de la ciudad, que deja en la vía cinco metros de ancho cuando el resto de la calle hace siete metros en su nueva alineación.
El consistorio presentó el recurso de apelación ante la sala del contencioso administrativo y fue admitido a trámite después de que el 28 de abril se desestimara otra demanda que presentó el 7 de julio de 2006 en el ejercicio de la acción de lesividad.
Con la primera demanda, el Ayuntamiento ya consideró dañino para los intereses públicos el haber otorgado la licencia de obras, favorable a los interesados a hacer las obras, y solicitó así su anulación ante la justicia.
En declaraciones a Europa Press, la miembro de la Comissió de Veïns del carrer Almeria Maria Pau Lausín consideró que la impugnación del Ayuntamiento demuestra el error de permitir la construcción del edificio, que está a medio hacer por orden del distrito. "Es una obra tan aberrante que el Ayuntamiento ha reconocido que se ha de quitar", subrayó.
Ante la pervivencia del edificio a medio construir en la calle, algunas decenas de vecinos se concentraron esta tarde ante él y tienen previsto ir en manifestación hasta la sede del distrito donde se celebra el plenario para mostrar de nuevo su malestar ante la concejal del distrito, Imma Moraleda (PSC).
Lausín recordó que el director de Servicios Técnicos del Distrito, Julio García, fue a declarar por el primer recurso presentado por el Ayuntamiento y aseguró que la licencia estaba bien dada, lo que chocaba con las iniciativas del Ayuntamiento para parar las obras, e hizo que la juez rechazara los argumentos para derribar el edificio.
No obstante, el presidente del Centro Social de Sants, Josep Maria Domingo, explicó a Europa Press que la concejal Imma Moraleda se mostró esta tarde contraria a la construcción del edificio, lo que significa un cambio de posición que hasta ahora mantenía de defensa de la licencia que otorgó el 1 de junio de 2004.
Los vecinos de la calle llevan desde entonces expresando su queja por las obras, ya que el ancho que deja el edificio no respeta el planeamiento urbanístico de la calle y temen que sea insuficiente para la circulación de algunos vehículos, como los de emergencia.