BARCELONA, 11 Jun. (EUROPA PRESS) -
El equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Barcelona aprobó hoy iniciar el proceso para modificar la Ordenanza municipal de Mercados de Barcelona, con el objetivo de modernizarla en cuanto a actividades y horarios y adaptarla a las necesidades de la sociedad actual, según anunció el tercer teniente de alcalde y portavoz del consistorio, Jordi William Carnes.
La ordenanza actual fue redactada en 1968 y aprobada en 1969. El proceso de modificación es fruto de un proceso participativo de más de dos años que ha detectado los cambios en el comercio y las necesidades tanto de los comerciantes como de la población.
Carnes destacó que una de las principales novedades que se está negociando es que el texto incorpore la posibilidad de que los mercados puedan abrir también por las tardes, y no sólo por las mañanas, como ya están haciendo algunos mercados barceloneses. De hecho, todos los mercados de Barcelona abren el viernes por la tarde y más del 50% también lo hacen el jueves.
Este nuevo horario se implantará de forma gradual y en primer lugar para todos los mercados que están en proceso de remodelación. El primer teniente de alcalde declaró que como tienen aportación económica pública se intenta "incentivar" a que abran el máximo posible en beneficio de la ciudadanía. Además, prevé la posibilidad de que los mercados no remodelados incorporen el nuevo horario de forma voluntaria.
Se elimina también la prohibición de que un extranjero pueda ser titular de una parada, se suprime la prelación sucesoria, que se imponía ahora ante la defunción del titular, y se agrupan actividades que hasta ahora estaban por separado como unir pescado y marisco y pan y pastelería, entre otros. Estas nuevas denominaciones afectarán a unos 758 negocios, lo que supone un 32% e los establecimientos alimenticios de los mercados municipales.
Otra novedad será la posibilidad de vender platos cocinados preparados para todas aquellas paradas que cumplan los requisitos marcados, cosa que afectará a 2.149 negocios, lo que supone casi el 90% de los establecimientos alimenticios.
