El conseller de Unión Europea y Acción Exterior de la Generalitat de Cataluña, Jaume Duch, durante la segunda edición del foro 'World in Progress', en el Palau de Congressos de Catalunya, 20 de octubre de 2025, en Barcelona, Catalunya (España). Prisa orga - David Zorrakino - Europa Press
BARCELONA, 20 Oct. (EUROPA PRESS) -
El conseller de Unión Europea y Acción Exterior de la Generalitat, Jaume Duch, ha defendido que la UE tiene "entre 3 y 5 años para dar un cambio muy fuerte" ante los cambios que se están produciendo en el mundo.
"Si no lo hacemos como europeos, si no lo hacemos a través de la Unión Europea, no lo vamos a hacer. Pero eso le exige a la Unión Europea ponerse las pilas, le exige, primero, saber lo que quiere hacer o lo que tiene que hacer", ha sostenido en su intervención este lunes en el foro 'World in Progress' organizado por Prisa en Barcelona.
El conseller ha sostenido que para esto la UE necesita voluntad política y dinero: "Necesitamos unos fondos que no supongan reducir las políticas de cohesión", ha subrayado Duch, que considera que la UE debe ser capaz de defender la democracia y las libertades.
GUERRA HÍBRIDA
Ha alertado del aumento de las autocracias y las tecnocracias en el mundo, y ha avisado de que hay una guerra híbrida "que utiliza las grandes plataformas para desacreditar" a las instituciones, a los medios independientes y a fomentar el odio, textualmente.
Duch ha señalado que esto se hace visible con la actitud de Rusia, Estados Unidos y el papel que está tomando China, ha señalado que el mundo se encuentra ante cambios sistémicos, y ha defendido que la UE sea capaz de "convertirse y transformarse".
"No se puede ser herbívoro en un mundo de carnívoros. Si no somos capaces de darnos cuenta de que tenemos que tener también nuestra propia fuerza, insisto en la palabra fuerza, pues seguramente nos van a empezar a borrar del mapa", y ha avisado de que este peligro es una cosa cercana en algunos ámbitos.
Ha reivindicado el papel de las regiones a la hora de hacer acción exterior, y ha asegurado que los gobiernos regionales deben asumir "una parte de responsabilidad" en la defensa de la calidad democrática en el mundo, y que esto no solo recaiga en los Estados.