El operador prevé invertir entre 800 y 1.000 millones hasta 2030
BARCELONA, 5 Mar. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC), Ricard Font, ha explicado este jueves que la línea Llobregat-Anoia ha registrado un repunte de la demanda de entre el 1% y el 2% respecto al crecimiento actual desde la entrada en vigor de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE), mientras que en la línea del Valls el efecto ha sido "imperceptible".
Así lo ha dicho en declaraciones a los medios tras presentar en rueda de prensa las cifras de viajeros registradas en 2019 y los principales proyectos de futuro que encara el operador ferroviario.
Este incremento de entre el 1% y el 2% se suma al crecimiento actual de la línea, superior al 3%, con lo que el crecimiento global registrado se sitúa en alrededor de un 5%.
La línea Barcelona-Valls cerró el ejercicio 2019 con una cifra 66,31 millones de validaciones, un 3,5% más, mientras que la Llobregat-Anoia registró 24,72 millones de viajeros, un 7% más, y la línea de Lleida-la Pobla registró 251.506 validaciones, con lo que las líneas metropolitanas cerraron el ejercicio con un total de 91,04 millones de validaciones, una cifra récord.
Según ha explicado Font, FGC prevé invertir entre 800 y 1.000 millones de euros hasta 2030, unos recursos que dirigirá a la compra de trenes y a actuaciones como la prolongación de la L8 entre las estaciones de Plaa Espanya y Grcia, el tren-tranvía del Camp de Tarragona y actuaciones en la línea Llobregat-Anoia.
Actualmente, la red de FGC tiene una capacidad de unos 100 millones de viajes, si bien se trabaja con el objetivo de alcanzar los 225 millones de viajes en esta próxima década y los 375 millones de viajes a partir de 2030.
Para ello, en verano de 2021 empezarán a operar los nuevos 15 trenes de la línea Barcelona-Valls, alcanzando una capacidad de 100 millones de viajes frente a los 70 actuales, y en 2023 se prevé que se pueda doblar la capacidad de la línea Llobregat-Anoia, alcanzando los 50 millones de viajes.
Entre 2022 y 2023 la nueva línea que operará FGC al Aeropuerto de Barcelona --la R-Aeroport-- contará con más de 10 millones de viajes, y en 2024 el tren-tranvía del Camp de Tarragona tendrá un incremento potencial de hasta cinco millones de viajes.
Entre 2025 y 2026, la prolongación de la L8 entre plaa Espanya y Grcia aumentará en 60 millones de viajes la oferta de la línea Llobregat-Anoia; este año acaba el proyecto constructivo de la actuación y se prevé iniciar la licitación en 2021.
A partir de 2030 hay otros proyectos de futuro, como el segundo túnel ferroviario entre Barcelona y el Valls cruzando bajo Collserola, cuyo objetivo sería absorber el incremento de demanda derivado de las prolongaciones de Sabadell y Terrassa y reducir el tiempo de viaje entre Sant Cugat del Valls y Barcelona: "En 2030 tendríamos que tener un proyecto de ampliación del Valls", ha dicho Font.
ALTA VELOCIDAD
El presidente de FGC ha incidido en el objetivo de participar en algún grupo que ofrezca servicios de alta velocidad para conectar en el futuro las cuatro capitales catalanas con el sur de Francia y también con Valencia, y ha cifrado en cuatro millones de viajeros la demanda no servida entre Catalunya y el país vecino.
"Estamos en negociaciones con operadores para poderlo hacer. Esperamos concretarlo con acuerdos formales en los próximos meses", ha dicho Font, que ha indicado que uno de estos operadores está en una fase muy avanzada de las negociaciones, aunque no ha dado el nombre.
"La alta velocidad regional es un objetivo estratégico de país, no de la compañía", ha dicho Font, que ha recalcado que esta operación no estaría sujeta a presupuestos públicos, sino que tendría que ser rentable por sí misma.
Preguntado por el ofrecimiento que el presidente de Renfe, Isaías Táboas, lanzó hace unas semanas en esta materia, ha declinado contestar: "No hablo de otros operadores. Las empresas ferroviarias públicas nos debemos a nuestros gobiernos".
