BARCELONA, 6 May. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Generalitat y líder de CiU, Artur Mas, y el portavoz de CiU en el Congreso y dirigente de UDC, Josep Antoni Duran, han coincidido este jueves en pedir una victoria amplia de la federación en Barcelona para garantizar que el tripartito no pueda sumar en la capital catalana.
"Es necesario un resultado indiscutible, la sombra del tripartito sigue existiendo", ha asegurado Mas en la apertura de la campaña de CiU, que se ha hecho en la cúpula de la antigua plaza de toros de Les Arenes.
Mas ha asegurado que si suman, socialistas, independentistas y ecosocialistas no dudarán en aliarse: "A veces parece que se pelean entre ellos, pero cuando se trata de conservar el poder, son capaces de cualquier combinación".
El presidente de la Generalitat ha recordado a los suyos que en 2003 y 2006 la candidatura que lideró ganó, pero no gobernó.
Mas ha abogado por consagrar a Barcelona como capital de Catalunya, porque la ciudad desarrolle todo su potencial, algo que sólo será posible si CiU "gana de verdad, que significa ganar y gobernar".
"NO BAJAR LA GUARDIA"
El portavoz de CiU en el Congreso y líder de UDC, Josep Antoni Duran, ha instado a los suyos a "no bajar la guardia" ya que ante la eventualidad de que el tripartito sumase, gobernaría pese a que Xavier Trias ganase claramente las elecciones.
"No nos vale ganar sino que hay que ganar bien", ha asegurado Duran, quien ha advertido de que habrá una campaña dura contra CiU por parte de los partidos de izquierda, a quienes ha responsabilizado de que no haya ni un euro en las arcas de la Generalitat.
"Debemos explicar que los socialistas mienten" cuando se autoproclaman como garantes del estado del bienestar, ya que el déficit de 2010 fue superior al que dijo inicialmente el Govern.
Duran ha indicado que contra lo que ha hecho Hereu durante este mandato, Trias defenderá los intereses de los suyos ante la Generalitat y el Estado, y que su actitud será radicalmente distinta a la que ha tenido el actual alcalde con los triparitos de Pasqual Maragall y José Montilla y el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
