Los Mossos garantizan la vigilancia de masías y zonas aisladas de Tarragona pese al repliegue de la Guardia Civil

Actualizado: domingo, 12 octubre 2008 15:51

Se prestará especial atención a puntos como el Aeropuerto de Reus, Delta del Ebro, Costa Daurada, las nucleares y la petroquímica

TORTOSA/TARRAGONA, 12 Oct. (EUROPA PRESS) -

Los Mossos d'Esquadra garantizarán la vigilancia y protección de masías aisladas y zonas rurales en la provincia de Tarragona a partir del 1 de noviembre, pese al repliegue de la Guardia Civil y del cierre de la mayoría de sus pequeños cuarteles.

Así lo aseguraron a Europa Press en sendas entrevistas los intendentes jefes del Cuerpo en las regiones del Camp de Tarragona, Jaume Giner, y de Terres de l'Ebre, Joan Figuera, quienes se mostraron confiados en el modelo de patrullaje de proximidad que aplica la policía catalana en el resto del territorio.

De esta forma quisieron tranquilizar las voces que advertían de que el cierre de los cuarteles en las pequeñas localidades lejos de las ciudades podría suponer un incremento de los robos y la criminalidad en estas zonas.

En el Camp de Tarragona, por ejemplo, los Mossos han censado 1.700 masías, donde respecto a hace dos años se han reducido los robos, pero admitió que están creciendo los hurtos y delitos menores en zonas turísticas y comerciales.

Por ello, los mandos encargados del pre-despliegue han ido a visitar a los pueblos y los hoteleros de la Costa Daurada, a quién se les ha ofrecido que puedan recoger las denuncias de los clientes en primera instancia, como se hace en otras zonas de Catalunya.

Tanto Giner como Figuera explicaron que el sistema policial de los Mossos se basa en tener comisarías en los centros urbanos de cierta importancia (en el caso de Tarragona y Terres de l'Ebre, 12) y planificar muy bien el patrullaje de proximidad. Esto evita tener que mantener a mucho personal para vigilar los edificios policiales y poder disponer de él en las calles.

Uno de los objetivos del cuerpo es "reducir" el índice de victimización que existe en la zona, uno de los más altos de Catalunya, según una encuesta de la Generalitat. "A la gente le preocupa no ver policía, pero esta presencia debe ser, evidentemente, en la medida justa", señaló Giner. Por ello, se apostará por efectuar, como ya se hace ahora, controles variados en carreteras, zonas de ocio y puntos conflictivos.

Además, los agentes que trabajarán en las dos regiones policiales, más de un millar, según avanzó el viernes el conseller de Interior, Joan Saura, son "suficientes" para cubrir las necesidades de ambos territorios. Las dos regiones tienen muchas similitudes, ya que combinan zonas urbanas densas como Tarragona, Reus o Tortosa, con zonas turísticas de costa, zonas rurales aisladas y puntos neurálgicos importantes como centrales nucleares, industrias químicas, la autopista AP-7, el Aeropuerto de Reus o PortAventura.

Una de los novedades de los agentes que patrullarán en la provincia, respecto a los del resto de Catalunya, es que todos ellos podrán ser localizados rápidamente por la Sala de Mando, ya que dispondrán de un dispositivo GPS. La medida se implementará posteriormente al resto de regiones policiales.

OFICINA EN EL AEROPUERTO

Con el despliegue, en el Camp de Tarragona se sustituirá el trabajo que realizan 22 cuarteles de la Guardia Civil y dos comisarías de la Policía Nacional, en Reus y la ciudad de Tarragona. Los Mossos contarán con ocho edificios policiales entre Tarragona, Reus, Valls, Montblanc, Falset, Cambrils, Salou y El Vendrell.

Además, se habilitará una oficina de denuncias de unos 50 metros cuadrados en el Aeropuerto de Reus para vigilar la zona pública de la instalación, aunque sólo estará abierta en las horas que haya tráfico aéreo. Más adelante, con el incremento de vuelos previsto, la presencia se ampliará.

Según Giner, la apuesta es por un modelo "moderno" que configura "la policía del siglo XXI". Se busca la "proximidad" con el ciudadano y, por ejemplo, se han realizado en estos meses previos al despliegue más de 400 reuniones con entidades e instituciones del territorio que han transmitido a la policía catalana sus inquietudes.

En Terres de l'Ebre, uno de los elementos que más preocupa a la policía catalana, "aunque no afecta directamente a la ciudadanía", es la entrada de hachís procedente de Marruecos en lanchas semirrígidas por el Delta del Ebro. El intendente Jaume Figuera reconoce que es una zona difícil de controlar, con "22 kilómetros de costa prácticamente virgen", y que se necesitará la colaboración de la Guardia Civil.

La orografía de la zona, con un 20 por ciento de superficie protegida medioambientalmente, hará que el patrullaje tenga que "adaptarse", debido a la multitud de caminos muy poco concurridos y a las zona húmedas y agrícolas.

No obstante, los agentes se adaptarán rápidamente al territorio, ya que el 70 por ciento es originario de la zona, aunque llegarán con la experiencia de haber trabajado en otros territorios catalanes.

Figuera también considera importante la colaboración con las once policías locales de la zona --aunque hay "muchas diferencias", según su tamaño-- y la Guardia Civil y la Policía Nacional de Castellón, ya que la autopista AP-7 y la carretera N-340 son dos ejes de mucha movilidad para los delincuentes, que pueden actuar a ambos lados del límite entre ambas provincias.