Archivo - El director científico del Área de Biotecnología de Eurecat, Francesc Puiggròs. - EURECAT - Archivo
BARCELONA, 19 Oct. (EUROPA PRESS) -
El director científico del Área de Biotecnología de Eurecat, Francesc Puiggròs, ha explicado que el uso de harinas de insectos en alimentos para el consumo humano "será imparable", en una entrevista a Europa Press este domingo.
Puiggròs ha señalado que las harinas de insectos son una de las alternativas que se están estudiando en la investigación para hacer frente al futuro problema de suministro de proteínas animales causado por el crecimiento de la población y el impacto medioambiental que tiene la ganadería.
Ha explicado que el uso de estas proteínas ya está aprobado, como en el caso de las larvas del escarabajo de la harina, aunque hay pocos productos que incluyan este producto, y que el escollo está ligado "a la aceptación cultural".
"Es cuestión de explicar bien que son productos que organolépticamente son buenos" ha añadido, y ha augurado que el cambio generacional permitirá que se adopten más rápidamente.
Ha apuntado que en un estudio se añadieron harinas de larvas del escarabajo en el pienso de pollos para comprobar si la calidad de la alimentación era similar al pienso normal y que se demostró que los animales engordaron "igual de bien".
Preguntado por otros tipos de proteínas alternativas como la vegetal, Puiggròs ha explicado se debe lograr una proteína de un valor biológico similar al de la animal y que "muchas veces las vegetales no lo tienen".
CARNE CULTIVADA
El director científico ha explicado que una de las posibles alternativas es la carne cultivada, producida 'in vitro' a partir de células de animales que se reproducen.
Ha asegurado que en países del sureste asiático ya se comercializan este tipo de productos, que aún no han llegado a Europa.
NUTRICIÓN DE PRECISIÓN
Puiggròs ha señalado que otros de los campos de investigación en alimentación es la nutrición de precisión grupal, que trabaja en conocer los patrones metabólicos compartidos por una parte de la población, conocidos como 'metabotipos' y que aún se está investigando.
Ha apuntado que "hay pocas empresas que apuesten" por este tipo de nutrición, ya que la investigación no está lo suficientemente desarrollada para que los modelos de negocio sean viables.
En todo caso, para llevarlo al mercado a gran escala, sería necesario que los usuarios conocieran su 'metabotipo' y microbiota.