El catedrático Ciencia Política y presidente del Comité de Expertos de la Reforma de la Administración (Cetra), Carles Ramió, en el Palau de la Generalitat - RUBÉN MORENO - GOVERN
BARCELONA, 8 Nov. (EUROPA PRESS) -
El catedrático Ciencia Política y presidente del Comité de Expertos de la Reforma de la Administración (Cetra), Carles Ramió, ha augurado que "pueden surgir muchas resistencias" a modificar la forma de acceso y nombramiento de los directivos públicos de la Generalitat por el hecho de que, al ser nombrados por representantes de un partido político, suelen tener que aportar parte de su sueldo a las arcas del partido, entre otros motivos.
En una entrevista de Europa Press, ha afirmado que se trata de una mala práctica que daña a la administración pública, y ha considerado que los directivos tienen que ser retribuidos por el trabajo que realizan, porque ya es suficientemente complicado y existen pocos incentivos a aceptar este tipo de cargos: "Es una desprofesionalización y genera descrédito", ha valorado.
Ramió ha encabezado un grupo de cerca de 70 expertos que ha entregado esta semana al Govern un documento con 50 propuestas de reforma de la administración pública, entre las que se encuentran la reforma de unos 170 trámites, la incorporación de la Inteligencia Artificial (IA), cambios en la ocupación pública, además de la reforma de la dirección pública profesional.
Esta propuesta, que el Govern ha aceptado e iniciado su elaboración normativa, contempla que los directores generales puedan seguir siendo elegidos desde el plano político, pero tras la selección de 3 candidatos por parte de un organismo independiente; y que los subdirectores generales no sean de libre designación, sino que sigan siendo funcionarios que pasen por un "proceso meritocrático" de selección que acredite sus competencias.
"Lo que no es normal, y España y Catalunya son una excepción entre los países más avanzados, es que cuando existe un cambio político o un simple cambio de cargos de ministro o de consejero, cambien tantos directivos, cientos o incluso miles, que tienen un rol profesional o técnico", ha afirmado.
"Hace falta mayoría parlamentaria", ha apuntado Ramió, que ha explicado que ya se ha reunido con algunos grupos del Parlament para explicar el planteamiento, y ha detallado que es una reforma que significaría modificar la forma de elección y acceso de un millar de puestos de dirección de la Generalitat.
FINANCIACIÓN DE LOS PARTIDOS
Ha augurado que esta reforma les puede costar mucho a los partidos por el hecho que dejarían de recibir parte de estos sueldos, y ha añadido: "Si resulta que no llegan a fin de mes, quizá debemos incrementarles la financiación pública. Los partidos políticos son un instrumento básico de nuestro sistema. Deben estar retribuidos de forma suficiente y correcta, pero que no se retribuyan por canales heterodoxos".
Ha dicho que esta es una reclamación unánime entre organizaciones sindicales, empresariales y el tercer sector, y que ha penetrado en la sociedad, que además hay estudios que demuestran que con mayor estabilidad de los directivos profesionales se ofrecen mejores servicios públicos, y que oponerse a ello es ir "en contra de la historia".
"Resistirse ahora es un pésimo momento. Hasta ahora se habían resistido y hecho muchas imposturas para no incorporarlo. Lógico, porque a nadie le gusta atarse de manos. Pero es un clamor. Una vez has ganado la batalla social, deben responder. No puedes ir en contra de los tiempos y de la historia", ha sostenido.
NUEVA OCUPACIÓN PÚBLICA
Otro gran bloque de la reforma propuesta por los expertos de Ramió es modificar el acceso a la administración pública y las oposiciones mediante un nuevo modelo de selección menos basado en procesos memorísticos y más en competencias: "Es un modelo socialmente injusto. ¿Quién puede permitirse después de terminar su grado y su máster estar estudiando 1 año, 2, 4 o incluso 7?".
Ha dicho que el formato actual en Catalunya y España es muy diferente al de otros países, pero que la reforma debe mantener el carácter meritocrático, y que será una forma además de captar a talento joven: "Tenemos una pirámide demográfica en la administración muy envejecida y en los próximos 10 años se jubilará cerca del 50% de las empresas públicas", ha advertido.
Para Ramió, la reforma del directivo público profesional y de la ocupación pública son reformas profundas de la administración, pero también han planteado medidas que implicarían "una simple actualización" y que ya están en marcha, como la mejora de los trámites, la administración digital, y cuestiones tecnológicas como la introducción de la IA y de gobernanza de datos, estos dos últimos aspectos más difíciles técnicamente, según él.
CAMBIOS PARA EL CIUDADANO
Ramió ha detallado que, si el Govern sigue la guía de los expertos, en 2026 la ciudadanía ya debería notar mejoras en algunos trámites, y que en 2027 ya se tendrían que haber aprobado ejes referentes a la dirección pública profesional y la ocupación pública, aunque ha afirmado que se trata de un proceso "incremental y paulatino".
Ha dicho que se trata de un cambio profundo, y que sus propuestas deben servir a la Generalitat para prepararse para el 2040: "Nos ha arrollado la demografía, que era algo muy evidente. Ha incrementado la población en Catalunya el 38% en 25 años", y ha señalado que para entonces, Catalunya tendrá 9 millones de ciudadanos y una población más envejecida.
A pesar del escepticismo general que ha habido siempre sobre este tema, Ramió se ha encontrado a un Govern que ha dado "máxima relevancia política y se ha comprometido muy explícitamente" con la reforma, por lo que cree que en esta ocasión, sí que se notarán los cambios.
"En las grandes administraciones, no ha habido reforma alguna desde la democracia. La última gran reforma fue a finales de los años 50, en pleno franquismo. Que en 70 años no cambie de forma profunda a la administración pública es algo muy extraño, como si el país fuera el mismo", ha señalado.