BARCELONA 23 May. (EUROPA PRESS) -
La reapertura de la Ronda Litoral de Barcelona después de finalizar el trasvase del líquido químico inflamable vertido en la estación ferroviaria de El Morrot, cerca del Puerto, permitió normalizar el tráfico en la ciudad, después de varias horas de considerables retenciones.
La Ronda fue reabierta sobre las 18.40 horas, una vez los bomberos lograron trasvasar todo el líquido desde el contenedor en el que se produjo la pérdida a una cisterna. La vía estuvo cortada desde las 10.34 horas, lo que afectó a casi 60.000 vehículos, según los cálculos del Ayuntamiento de Barcelona basándose en las cifras de un día normal.
La normalización del tráfico fue gracias a que el Plan de Emergencia Exterior del Sector Químico (Plaseqcat) pasó de fase de emergencia a fase de alerta. Esta fase se desactivará probablemente dentro de seis o siete horas, cuando se haya recogido todo el líquido vertido en el suelo, en la estación ferroviaria de Adif de El Morrot.
CRONOLOGÍA.
Los Bomberos de Barcelona recibieron a las 9.42 horas el aviso por un escape de dimetilamina (dma) ONU1160 (solución acuosa) en un isocontenedor de la empresa Euconsa. La empresa UTE Morrot estaba descargando el contenedor, con más de 23.900 litros de líquido, desde un tren a un camión mediante una grúa móvil.
Durante la operación y por causas que todavía se desconocen y que se investigan, se cayó el contenedor, lo que provocó un escape parcial del producto, que no es tóxico en estado líquido, pero sí irritante, altamente inflamable y corrosivo.
Adif activó inmediatamente el plan de contingencias establecido para estos casos y avisó a los técnicos y a los servicios de emergencias. Como medida de precaución se cortó el suministro eléctrico de la catenaria dentro de la terminal.
A las 10.15 horas la Generalitat activó la fase de alerta del Plaseqcat y poco después, a las 10.28 horas, el Ayuntamiento activó la fase de emergencia del Plan de Emergencias Municipal para riesgo químico. Más tarde, a las 12.00, se elevó la fase del Plaseqcat a emergencia.
Los bomberos contuvieron el escape para evitar que el líquido se dispersara, por lo que no se escapó todo el líquido del contenedor, aunque el vertido llegó a ocupar unos 20 metros cuadrados. A continuación, cubrieron el líquido escapado con una espuma para evitar que el producto, muy volátil, se incendiara, se evaporara en forma de nube tóxica o incluso llegara a las alcantarillas.
El contenedor cayó en una posición que dificultaba el taponamiento de la válvula rota por la que se escapaba el líquido, lo que obligó a utilizar una grúa para mover la cisterna y ponerla encima de unos caballetes.
Para agilizar el trasvase, se trasladó una bomba desde Tarragona y empezó la operación a las 16 horas. Dos horas y media después, sin ninguna incidencia, se dio por finalizado el trasvase a una cisterna que llegó desde Granollers (Barcelona).
Para terminar su trabajo, los bomberos tendrán que cubrir todo el líquido vertido con una arena especial, tipo sepiolita, para desactivar su actividad química y convertirlo en material sólido. Horas después podrá ser recogido.
La concejal de Prevención, Seguridad y Movilidad, Assumpta Escarp, y el director general de Protección Civil de la Generalitat, Josep Ramon Mora, explicaron que en ningún momento hubo peligro para la población, ya que el líquido no formó ninguna nube tóxica, aunque cerca del Puerto había una pequeña nieblina fruto de la actividad normal de las instalaciones.
DISPOSITIVO DE EMERGENCIA.
Los cuerpos de seguridad y emergencias montaron un centro de mando avanzado en la zona y en la sala de mando conjunta de Mossos, Bomberos y Guardia Urbana de la calle Lleida.
Los bomberos trasladaron al lugar 13 dotaciones, entre tanques, ambulancia, contenedor con material para riesgo químico, vehículos con equipos respiratorios para bomberos y otros coches. En todo momento trabajaron en el lugar unos 35 efectivos. También se desplazaron tres ambulancias del Servicio de Emergencias Médicas (SEM).
El jefe de guardia de los bomberos, que fue uno de los primeros en llegar al lugar de los hechos, tuvo que ser evacuado al Hospital Clínic tras inhalar el producto --que en forma de nube sí es un poco tóxico--, pero a primera hora de la tarde ya había sido dado de alta.
Escarp explicó que todo el dispositivo se gestionó "bien" y en los tiempos adecuados para garantizar las seguridad de los equipos de emergencia y de los ciudadanos.
AFECTACIÓN VIARIA.
La Ronda, por su parte, quedó cortada en ambos sentidos entre las salidas de Zona Franca y Ciutat Vella. Los vehículos que circulaban en sentido Nus de la Trinitat fueron desviados por la salida de la Zona Franca, donde se acumularon 1,5 kilómetros de cola, y los que iban hacia el Nus del Llobregat, por la de Ciutat Vella, donde se registraron retenciones de hasta cinco kilómetros, hasta Bac de Roda.
La afectación viaria en la ciudad fue considerable, teniendo en cuenta que entre las 10 y las 18 horas de un día habitual pasan por el tramo de la Ronda Litoral afectado unos 31.000 vehículos en dirección Llobregat y unos 26.000 en dirección Besòs.
Esto provocó que la calle Aragó llegara a su capacidad límite, con unos 40.000 vehículos. Otras vías, como la avenida Paral·lel y la Gran Via, también sufrieron retenciones considerables.
Unos 200 guardias urbanos trabajaron para regular las dificultades de tráfico, mientras que los Mossos d'Esquadra desplegaron 20 patrullas en los accesos a la ciudad con el mismo propósito.
Para entrar a la capital catalana desde el sur hubo siete kilómetros en la C-32, desde Sant Boi, para entrar a las Rondas, y otros cuatro en la autovía A-2 desde Sant Joan Despí para enlazar con la Ronda Litoral.
En los accesos norte, la autovía C-58 registró 3,5 kilómetros de colas entre Montcada i Reixac y el Nus de la Trinitat, mientras que la autopista C-31 tuvo colas desde Sant Adrià y la B-20 desde Santa Coloma de Gramenet.