El tribunal popular del crimen del taxista asesinado en Lloret (Girona) en 2002 visita el lugar del crimen

Actualizado: martes, 15 enero 2008 16:21

GIRONA, 15 Ene. (EUROPA PRESS) -

El jurado que decidirá en la Audiencia de Girona sobre la culpabilidad de los cuatro acusados de la muerte de un taxista en Lloret de Mar en verano de 2002 visitó esta mañana la escena del crimen.

Los procesados fueron trasladados por los Mossos d'Esquadra con furgones policiales, pero no salieron de los vehículos para participar en la inspección ocular en la entrada de la urbanización Cala Canyelles.

El abogado de la familia del taxista, Carles Monguilod, explicó a Europa Press que "es muy importante" que el jurado asista a estas diligencias probatorias, ya que "cuando escuchen las declaraciones" durante las tres semanas que durará el juicio podrán hacerse "una imagen visual" de dónde sucedieron los hechos.

Durante media hora, las cinco mujeres y los cuatro hombres que forman el jurado inspeccionaron la zona donde apareció el cadáver de Paulino C. Monguilod dijo que los acusados no quisieron estar en la inspección ocular.

Esta tarde empiezan los interrogatorios de los acusados con la declaración de los supuestos encubridores: Isabel R. y su hermano Francisco Javier. El fiscal pide para ellos una pena de un año de prisión.

Mañana miércoles serán interrogados Francisco G. e Iván R., los presuntos autores materiales. El segundo es el único que reconoció en el juzgado de instrucción su participación en el asesinato y culpó al resto de los implicados.

Monguilod dijo que su intención, tal y como le ha pedido la familia, es conseguir que el tribunal popular tenga "pruebas suficientes" para dar un veredicto de culpabilidad y que la sentencia sea "justa". "Si después de juicio considero que a alguno de los acusados no se le puede mantener la acusación porque no hay pruebas, no tendré ningún inconveniente en retirar la acusación", añadió.

La víctima, Paulino C. de 37 años, apareció el 1 de julio de 2002 dentro de su coche con un disparo en la cabeza, el motor del vehículo encendido y el cristal de la puerta del conductor roto. El cadáver lo encontró por la noche otro compañero taxista que vio el vehículo estacionado junto a la entrada de la urbanización Canyelles, en la cala del mismo nombre.

Desde el primer momento, los investigadores descartaron que el móvil fuera el robo, ya que en el coche encontraron la cartera del taxista. Dos años después de los hechos, los Mossos d'Esquadra detuvieron a Francisco G.F. e Iván R. como presuntos autores materiales, quienes ingresaron en prisión. Los acusados se enfrentan a penas de 27 y 21 años de cárcel, respectivamente.

Tanto la Fiscalía como la familia de la víctima mantienen que los acusados actuaron de sicarios por encargo de terceros. Además de estas dos personas, también están acusadas por encubrimiento la pareja de Francisco G.F., Isabel R., y el hermano de la misma, Francisco J.R.. Las acusaciones piden para cada uno de ellos un año de prisión.