Un tribunal popular juzgará hoy a los tres acusados de asesinar a la psicóloga barcelonesa Anna Permanyer en 2004

Actualizado: lunes, 18 febrero 2008 9:12

BARCELONA, 18 Feb. (EUROPA PRESS) -

Un tribunal popular juzgará a partir de hoy a Carmen B.L., Anabel T.P. y Joan S.B. por presuntamente asesinar a la psicóloga barcelonesa Anna Permanyer en 2004 para quedarse con el piso que ésta había alquilado a Carmen B.L. en la avenida Diagonal de la capital catalana, y con un trastero y un aparcamiento del mismo edificio.

La Fiscalía solicita para cada procesado 21 años y medio de cárcel por un delito de asesinato con alevosía y otro de extorsión, petición que la acusación particular --ejercida por el marido y los cuatro hijos de la víctima-- eleva a 30 años. El Ministerio Fiscal reclama también una indemnización de 900.000 euros para la familia de Permanyer, mientras que las defensas piden la absolución de los procesados por falta de pruebas.

Está previsto que el juicio se alargue cuatro semanas, ya que, además de practicarse numerosas periciales, declararán más de 120 testigos, muchos de ellos policías nacionales y guardias civiles que intervinieron en la investigación. Mañana se seleccionará a los nueve miembros del tribunal popular que juzgará a los acusados y dará comienzo el juicio con las alegaciones previas de acusaciones y defensas.

Anna Permanyer desapareció el 27 de septiembre de 2004, tras acudir al edificio Atalaya, en el número 523 de la avenida Diagonal. Había quedado con Carmen B.L., de 50 años y principal acusada del crimen, ya que era inquilina suya de un piso de la planta 18 e iban a hablar sobre el alquiler de un aparcamiento en el edificio. Según el portero, la víctima llegó a las 18 horas y, la última vez que la vio, estaba esperando el ascensor.

A partir de aquel momento, nadie más volvió a verla. Diez días después, el 7 de octubre, fue hallada muerta por unos operarios cerca de una cantera de Sitges (Barcelona). La autopsia desveló que murió horas después de su desaparición, tras recibir tres golpes en la cabeza con un objeto contundente y ser asfixiada con unas bolsas de plástico que le habían atado fuertemente al cuello.

ASESINADA POR UN PISO.

Tras una larga investigación, la Policía detuvo como coautores del crimen a Carmen B.L. y a dos conocidos suyos, Anabel T.P., de 44 años y vecina de Fraga (Huesca), y Joan S.B., de 81 años. En el currículum de Carmen B.L., que nunca ha roto su silencio ante el juez instructor, ya consta que estuvo en prisión por encargar la muerte de su segundo ex marido, un caso por el que fue finalmente exculpada por falta de pruebas.

Para quedarse con el piso, el trastero y la plaza de aparcamiento de Permanyer, los acusados presuntamente falsificaron un contrato de arras --que Carmen B.L. presentó voluntariamente a la Policía--, en el que se acordaba que la psicóloga vendía estas propiedades a la principal acusada por 600.000 euros, de los que Carmen B.L. le adelantaba 420.000 euros en concepto de paga y señal.

Según mantienen las acusaciones, los tres acusados obligaron a la psicóloga a firmar el documento mediante "violencia e intimidación", ya que su familia mantiene que Permanyer no tenía intención de vender el piso. En el documento, sólo constan dos rúbricas, la de la víctima --temblorosa y distinta en cada uno de los folios--y la de Carmen B.L., que firmó en nombre de su hija de 8 años.

VARIADOS INDICIOS.

El juez que se encargó del caso señaló al concluir la instrucción que la exhaustiva investigación sobre los ingresos y el patrimonio de Carmen B.L. reveló que ésta nunca dispuso ni pudo disponer de los 420.000 euros que dijo haber entregado. Además, el contrato estaba fechado a 10 de septiembre, por lo que no tenía sentido que la acusada quedase con la víctima para hablar sobre el alquiler del aparcamiento el día 27.

En cuanto a Anabel T.P., se la vincula con el caso porque prestó su ordenador e impresora a Carmen B.L. para que ésta elaborase el contrato de arras, según reconoció ella misma ante el juez instructor. Por su parte, Joan S.B., un antiguo conocido de la principal acusada, reconoció que estuvo en el piso del edificio Atalaya el día del crimen, pero siempre ha negado su participación en los hechos.

Sin embargo, en el tórax de Anna Permanyer apareció un pelo suyo, según los análisis de ADN, circunstancia que no ha podido explicar. Además, en su coche se halló una palanca de hierro en la que había restos de sangre y pelos, algunos de ellos humanos y rubios, como el color de cabello de la psicóloga.