MADRID, 26 Ene. (EUROPA PRESS) -
Los problemas del Duque de Palma no paran de aumentar. El pasado miércoles el juez instructor del caso Nóos, José Castro, volvía a citarle a declarar para el próximo 23 de febrero y hace apenas unas horas que la Casa Real ha decidido eliminar el espacio que éste posee en la web oficial de la Institución.
Sin embargo, el marido de la Infanta Cristina intenta continuar con su vida y ayer le pudimos ver, junto a tres de sus cuatro hijos, disfrutando de la semifinal del mundial de balonmano en la que la selección española se enfrentaba a la selección eslovaca.
El duque vibró como un aficionado más con la victoria de la selección española y seguramente recordó con gran nostalgia sus años dorados, años en los que él también triunfaba como jugador de balonmano en el FC Barcelona y como miembro de la Selección Española, con la que tuvo la oportunidad de participar en tres Juegos Olímpicos.
Pero esta no fue la primera ocasión en la que pudimos ver a Iñaki Urdangarin disfrutando de su deporte favorito, ya que el pasado miércoles -el mismo día que el juez Castro le citó para declarar por su presunta implicación en el caso Nóos-, el duque se dejó ver en el Palau Sant Jordi para asistir al partido entre la selección de Rusia y la de Eslovenia.
En todo momento, el duque ha permanecido junto a sus hijos, a los que acompaña en todas las actividades deportivas en las que están inmersos.
Como muestra de ello, podemos destacar que este mismo sábado varias fuentes revelaron a CHANCE que el Duque de Palma acudió junto a su hija Irene al club de Tenis de Barcelona y posteriormente se trasladó junto a ella para recoger a sus hijos Juan y Pablo a un Polideportivo de la localidad de Esplugues, en donde los pequeños jugaban un partido de balonmano.
