MADRID, 12 Jul. (CHANCE) -
Tamara Falcó e Íñigo Onieva están disfrutando de su luna de miel y aunque todavía es una incógnita los sitios a los que viajarán, todo apunta a que recorrerán durante un mes los 5 continentes y visitarán, entre otros lugares, Miami y Australia. Hoy, Europa Press ha podido hablar con Juan Avellaneda, amigo íntimo de la Marquesa de Griñón, y nos ha confesado cómo será este viaje de novios.
Lo que más nos ha llamado la atención es que Juan no descarta que Tamara vuelva embarazada de la luna de miel: "Hombre, no sé si llegará embarazada, pero yo creo que se van a poner a ello, lo tengo clarísimo". Y es que hay que recordar que la Marquesa de Griñón siempre ha querido ser madre, por lo que a lo mejor, este deseo se materializa en los próximos meses.
En cuanto al momento más emotivo de la boda, Juan nos ha confesado que "fue cuando apareció la novia con Manolo de la mano. Me pareció tan bonito verla porque era un momento muy especial en 'El Rincón', que fue súper bonito y fue un momento maravilloso".
Además, Juan nos ha asegurado que "alguna lagrimilla hubo" por parte del novio en la ceremonia y desmiente que los invitados pasaran hambre: "Qué va, lo que pasa es que la gente se pone a hablar y no come, pero no paraban de pasar platos y yo creo que Eneko hizo como veinte o treinta platos, no sé la verdad".
Sobre las críticas que ha recibido su gran amiga por el vestido elegido, Juan nos ha comentado que "siempre digo a la gente que se tiene que poner lo que les dé la gana, lo que les apetezca ese día y saltarse un poco todo. Si tiene un poco de calor, pues luego ya se cambiará que es lo que hizo y yo creo que es un vestido que le favorecía mucho la silueta. Era un vestido que a nivel de patronaje me parecía un diez, es un alta costura real porque todo el escote para que pueda aguantar debería poner aquí unas cosas y se aguantaba muy poquito por el hombro".
Juan es muy consciente de que "es muy complicado hacer ese vestido y hace poco Valentino lo dijo que lo difícil muchas veces es hacer algo muy sencillo y ahí, a parte del bordado que no es algo sencillo, sí que es verdad que era una pasada. A mí personalmente me pareció brutal a nivel patronaje y estéticamente era muy bonito".
Por último, Juan nos ha asegurado que no hubo tensión entre Isabel Preysler y Carolina Molas: "Estuvieron súper bien. En una boda no estás hablando con la misma persona", algo de lo que se habló el día siguiente de la ceremonia... pero parece que, nada más lejos de la realidad, entre ellas sí hubo cordialidad.
Cargando el vídeo....