LOS ÁNGELES 23 Dic. (EUROPA PRESS) -
La cantante de 'Smile' perdió al bebé que estaba esperando a principios de 2008, y desde entonces no ha podido superar lo ocurrido. Lily Allen asegura que no fue capaz de asumir lo que había pasado hasta meses después, y reconoce que nada ha vuelto a ser lo mismo desde entonces.
En enero de 2008, Lily Allen sufrió un aborto espontáneo y perdió al niño que esperaba junto a su novio de entonces, Ed Simons, de los Chemical Brothers. Ahora, dos años después de lo ocurrido, la cantante ha reconocido que aún no ha superado la pérdida, y ha hablado sobre lo mal que lo pasó en esos momentos.
"No podía manejar las emociones que pasaban por mi cabeza, y encima tenía que distribuir un comunicado de prensa sobre lo ocurrido", se ha quejado la artista. "Tuve la simpatía del público durante cinco días, y después volvieron a lo de siempre".
Lily sostiene que no fue capaz de hacerse cargo de lo ocurrido hasta la fecha en que su hijo debía haber nacido: "Fue entonces cuando me golpeó como una casa derrumbándose". Y, de nuevo, su trabajo y el hecho de ser un personaje público le complicaron las cosas.
"Sólo quería hablar de mi bebé, pero también sentía que no debía hacerlo. No podía dejar de trabajar, y mientras tenía todo esto en mi cabeza", ha declarado. Por suerte, más adelante se puso en manos de profesionales que le ayudaron a salir del bache.
"Estuve yendo a terapia y en ese momento me ayudó mucho, pero todavía lo pienso y me pongo triste. La fecha en que debería haber nacido mi hijo está siempre ahí", sostiene la cantante, quien reconoce que lo ocurrido "cambió muchas cosas".
Eso sí, pese a lo mal que lo ha pasado, Lily reconoce que su buena situación actual es consecuencia también de esos malos momentos: "He tenido tiempos verdaderamente horribles, pero si no los hubiera sufrido no tendría la felicidad que tengo ahora".