Quim Gutiérrez: “Inma Cuesta es una bestia parda, nos complementamos muy bien"

Quim Gutiérrez/EuropaPress
QUIM GUTIÉRREZ/EUROPAPRESS
Europa Press Chance
Actualizado: jueves, 22 junio 2017 6:29

   MADRID, 22 Jun. (CHANCE) -

   Dos años después de trabajar juntos en la miniserie El padre de Caín, el actor Quim Gutiérrez y el director Salvador Calvo (1989: Los últimos de Filipinas) se reúnen de nuevo para dar forma a El Accidente, una de las grandes apuestas de ficción de Telecinco para la próxima temporada.

El actor catalán lleva metido más de cuatro meses en la piel de José Espada, un empresario del transporte, feliz padre de familia, un tipo con bastante encanto y popularidad en su entorno más cercano, al que un accidente aéreo cambiará la vida para siempre. Todo un reto profesional para el barcelonés, ya que como él mismo nos desveló no le motivan los proyectos que se alargan en el tiempo, le crean cierta claustrofobia.

Sin embargo, la serie con final cerrado de Globomedia parece una excepción, no solo por la historia en sí, también por el tono y por la compañía. Por tercera vez no consecutiva, el Goya al Mejor Actor por AzulOscuroCasiNegro comparte escenas con Inma Cuesta, que encarnará a Lucía, verdadera protagonista del relato, víctima de la doble vida y de las mentiras de su esposo. El Sol y la ola de calor les ha pillado en plena Sierra del Parque del Río Guadarrama, un enclave natural excepcional, donde CHANCE pudo compartir una breve charla con el actor.

CHANCE: Es tu segunda serie para Mediaset. ¿Qué es lo que te convenció de este proyecto?

Quim Gutiérrez: Pues algo parecido a la primera vez. La difícil síntesis de la serie en un género. Personalmente, no me gustan muchas las series en las que el personaje va a remolque constante de la trama, en las que casi no ves cómo le afecta todo aquello con lo que tiene que tratar. Esta serie te propone un personaje en unas condiciones y, sobre todo, cómo le modifican esas circunstancias excepcionales que vive. En este caso, el tejido social es muy reconocible, no me gustaría hablar de costumbrismo, pero es cierto que el contexto es el de una familia, de tres miembros con un niño con una enfermedad que ha creado unos vínculo y un cierto desgaste en la pareja, que aparentemente están bien.

CH: ¿Cuéntanos un poco más cómo es este José Espada?

Q.G: José es un tío en la frontera de los 35-40, en un momento de cierta crisis, tratando de no perder el sentido de aventura en la vida. El que tiene mucha pasta se compra un Porsche y el que tiene menos se compra un monopatín y él decide meterse en un asunto ilegal. No voy ahondar mucho más en esa parte porque no puedo. Busca un beneficio económico, pero en el fondo lo que no quiere es dejar de sentir la adrenalina de la aventura. Tras lograr lo que toda persona desea en la vida y superar momentos malos, se mete en un plan trepidante que le lleva a una doble vida. En el plan hay un elemento añadido, una amante. Todo eso que parece controlado se destapa tras el accidente que se menciona, y las consecuencias son inimaginables para el resto de personajes. Creo que hemos logrado ese equilibrio entre el desarrollo de la trama y cómo le va afectando a los protagonistas.

CH: La serie parece tener principio y fin. ¿Lo prefieres? ¿Tuviste la oportunidad de leer la trama completa?

Q.G: más acostumbrado a hacer películas en las que trabajas con el arco completo del personaje. Debes saber qué sucede en ciertas secuencias para conocer el desarrollo de la historia. La dinámica de una serie no siempre es así. Leí varios episodios y me contaron el desarrollo hasta el final, pero los pormenores, algunas veces, son desconocidos y los descubres a medida que vas rodando. Decido tomarme eso como algo tremendamente positivo, me obligaba a ponerme las pilas y a resolver las cosas de un modo al que no estoy acostumbrado a hacerlo. El ejercicio me parece muy sano y muy vigorizante porque tienes que utilizar la musculatura cerebral para resolver cosas en muy poco tiempo. Creo que es una de las cosas positivas de meterme en una serie, cada semana tienes escenarios interpretativos distintos y en otro contexto tardarías semanas en prepararlos. Cada una de ellas es estratosférica, así que tienes que amoldarte al tiempo que tienes dándolo todo, es un ejercicio interpretativo duro, exigente, pero del que no me arrepiento para nada.

CH: ¿Comprendes a José, te identificas con él en algo?

Q.G: Sí, sí, en un montón de cosas, siempre desde la empatía. José tiene algo que yo no tengo todavía, la paternidad, que es un elemento muy importante. Me encuentro en una franja de edad parecida, pero mi contexto no es el familiar normal porque mi vida no es la standard, por mi profesión y otros motivos, pero entiendo perfectamente lo que es una crisis entre los 35 y los 40, y lo que es la búsqueda constante de elementos trepidantes en tu vida. Puede que me dedique a esto por una necesidad de aventura constante, de modificar los elementos alrededor, así que entiendo a José. Un tipo ambicioso, probablemente no muy buen estudiante, pero listo, al que la empresa familiar de transportes se le queda pequeña. Hay un momento en el que no hay marcha atrás a las consecuencias de las decisiones que ha tomado.

CH: Inma y tú ya habéis compartido varios proyectos juntos. ¿Cómo es vuestra relación profesional?

Q.G: Inma y yo nos conocimos en el casting de Primos y luego Tres bodas de más. En ambos rodajes convivimos mucho. Para mí se traduce en la creación de un vínculo emocional, una amistad, que a la hora de interpretar te puede convertir en lo que quieras. Se puede convertir en tu hermana, amiga, amante, mujer cuando ese vínculo es muy rápido hay muchas dificultades en las secuencias emocionales que están resueltas antes de empezar. Eso te permite ahondar más y no quedarte en una mera resolución de la escena. Si no te conoces, tardas mucho más en conectar. El trabajo lo entendemos de una manera muy parecida los dos, no nos quedarnos en la superficie. Lo particular es más identificable que lo genérico, aunque luego cada uno tenga su manera de expresar los celos, la pena, la rabia, cuánto más particular lo interpretes, llega más.

CH:¿Sabías que iba a estar ella en el proyecto y viceversa?

Q.G: Sí. Para mí es una de las razones importantes para participar porque era muy importante saber quién formaba ese núcleo familiar.

CH: Vosotros siempre habéis coincidido en comedia, no en un thriller, hasta en la publicidad sois pareja

Q.G: ¡Hasta que punto quedamos bien juntos!

CH: ¿Es complicidad?

Q.G: Hemos trabajado siempre muy bien la emoción. Inma es una bestia parda en eso y nos alimentamos muy bien el uno al otro.

CH: Se cumplen once años de tu estreno en una serie nacional, Génesis. ¿Cómo has cambiado en este tiempo?

Q.G: Crees que tienes cierto control sobre lo que haces, pero en realidad Después de muchas comedias, tenía una necesidad de volver un género más dramático, como esta serie, o como lo fue Génesis o las primeras películas, como AzulOscuroCasiNegro. Es curioso que aquello en lo que tienes más éxito se escapa un poco a tu control y no quiero decir que te encasille, no lo siento así, pero sí te dirige más a un tipo de género que otro. Tenía una necesidad de volver a hacer drama. En televisión y en productos muy concretos, cuyos guiones me flipaban, he podido hacer una vuelta a eso. Para mí la historia es lo importante, además del director, los compañeros, el tono... Hacía mucho que no me metía en un proyecto seis meses seguidos porque tengo un cierto sentido de claustrofobia. Cuando estoy mucho tiempo haciendo lo mismo, me aburro. Pero en este caso no hay forma humana de aburrirse, por la dinámica y porque no estamos persiguiendo la trama.

CH: ¿Hay algún papel que te gustaría hacer y todavía no te ha llegado?

Q.G: Un montón, pero ya están hechos y no tendría mucho sentido. Me he encontrado últimamente con directores que permiten, cuando te lo curras, esa incorporación de matices una vez que tu metabolizas el personaje. Cuando digo incorporar cosas no me refiero a cambiar una frase, sino después de leer mucho al personaje, de entenderle, cómo diría las cosas para identificarse más con el espectador, sin cliché de guión y que además sea más efectiva. Es más trabajoso para mí, porque es casi como una reescritura sin serlo, improvisar en casa solo muchas veces para encontrar la mejor forma de expresarlo. Películas de directores como Jack Audiard, Iñárritu tíos que buscan la verdad por encima de todo, además del ejercicio estético de cámara, están entre las que más me gustan.

CH: Hablas mucho de la dirección. ¿No te has planteado dar el salto al otro lado de la cámara?

Q.G: Soy demasiado consciente de las dificultades de levantar un proyecto. Es mucho tiempo, es muy trabajoso, es muy difícil, implica muchos riesgos y no es tan rentable como lo era hace unos años. Lo sé porque me gusta tener relación directa con todos los estamentos y hablamos de muchas cosas.

CH: ¿Mira Raúl Arévalo?

Q.G: ¿Sabes lo que le ha costado a Raúl?

CH: Somos conscientes del esfuerzo y los años

Q.G: Por el mismo motivo por el que me cuesta meterme en un mismo proyecto durante mucho tiempo, no sé si sería capaz de mantener la motivación defendiendo un proyecto tanto tiempo. Digo más, si hago algo que no sea interpretar, será algo en lo que yo y solo yo pueda decidir. Llámalo pintar cuadros, llamarlo lo que sea Lo que sí es cierto es que el curro te va dando experiencia, me gustaría pensar también que te aporta criterio, opinas más de cosas que tienen que ver con tu trabajo. Con educación y tacto, se pueden hacer aportaciones.

Contenido patrocinado